buscar

Sudáfrica: rutas que despiertan pasión

Un atractivo viaje en auto por las regiones oriental y occidental del cabo, en el extremo sur de África. El recorrido permite visitar y conocer sitios hermosos, auténticos y todavía poco explorados por turistas extranjeros. Safaris y playas.

Hace mucho que Sudáfrica, desde su hermosa Ciudad del Cabo hasta los preciosos lodges del parque Kruger, despierta pasión en viajeros de todo el mundo.

Son pocos, todavía, quienes se aventuran por sus lugares menos conocidos internacionalmente. Pero a mí me encantan las aventuras, así que alquilé un auto al llegar al aeropuerto de Johannesburgo, para recorrer sus carreteras más míticas y visitar algunas zonas menos turísticas del país en sus regiones occidental y oriental.

Es necesario tener cuidado extra al manejar ya que allí es utilizada la mano inglesa, es decir, se conduce por la izquierda. También hay que prever la reserva de combustible, ya que a veces las estaciones de servicios no son tan frecuentes en el itinerario.

Pero las rutas son buenas; los peajes son frecuentes en la zona oriental; la gente es amable; la comida es rica, y el paisaje es hermoso todo el tiempo.

Eastern Cape

Comencé por lo que más les gusta a los turistas cuando piensan en Sudáfrica: unos días de safari. No era mi intención pasar demasiado tiempo en las carreteras, recién llegada de un largo vuelo internacional.

Entonces, no fui al Kruger Park sino a una región muy visitada por los propios sudafricanos cuando salen en familia o pareja, en busca de aventuras y para ver animales salvajes: alrededores de Zebula, a casi 2,30 horas del aeropuerto de Johannesburgo.

Allí hay un sitio para alojarse, pequeño y acogedor, Botse Botse, con solamente cuatro habitaciones, todo muy elegante pero también muy informal, como si el viajero estuviera hospedado en casa de amigos y un servicio de atención personalizada.

Conforme los deseos de cada huésped se pueden reservar las distintas actividades, mediante un pago extra: safaris; contacto con animales, como elefantes y cheetah (guepardos); pesca; spa, o lo que desee. Dos o tres noches son la estancia perfecta en ese mundo de introspección e interacción con animales salvajes.

Después de las aventuras en Zebula, tomé rumbo sur hasta el llamado Eastern Free State (estado libre del este), región de geografía muy particular con cerros como una mesa de piedra, versiones pequeñas de la famosa Table Mountain (Montaña de la Mesa) de Ciudad del Cabo. La región también es famosa entre los sudafricanos cuando salen de vacaciones, por los deportes en general como caminatas y sobre todo los ecuestres, como polo y cabalgatas.

La propiedad más emblemática de la región es la hermosa Oaklands Country Manor, administrada por cuatro hermanos sudafricanos. Elegante, atrae huéspedes en pareja, en familia con niños pequeños y también jugadores de polo, ya que la propiedad tiene muchos caballos y sirve de base para algunas competiciones y campeonatos locales.

Allí el programa por excelencia es comer muy bien –no existe carta, el menú del día se trae a la mesa en un cuadro y cambia a cada comida–; explorar la región en caminatas y cabalgatas; relajarse en la piscina, y ver cómo la puesta del sol pinta el cielo de anaranjado desde una de las curiosas montañas de su entorno, con una copa de espumante en mano.

La costa sudafricana

Todavía había mucha ruta por delante y llegar finalmente a la costa sudafricana era el próximo objetivo. El destino final era uno de los más deseados por los propios sudafricanos, cuando viajan por su país: la boca del mítico río Umngazi. Aunque existan pueblos y pequeñas ciudades en sus cercanías, vale la pena quedarse en el único hotel ubicado justamente donde el río se encuentra con el mar: el tradicional Umngazi River Bungalows.

Las habitaciones son bungalows distribuidos por una enorme propiedad, a orillas del río hasta su desembocadura en el mar, rodeados de vegetación muy verde y tropical. La comida, muy casera, es típica de la región y los empleados del hotel son casi todos de la etnia xhosa, de manera que se da un saludable intercambio cultural entre huéspedes y staff.

Además de las actividades deportivas (kayak y barco en el río, trekking y otras), el relax en la hermosa playita que se forma donde el río Umngazi encuentra el Atlántico es imperdible. En los días de lluvia (que no son raros allí) disfrutar del hermoso spa es buen programa.

Pero la ruta por el Eastern Cape todavía me reservaba una última sorpresa antes de regresar a Johannesburgo: conocer KwaZulu Natal Midlands, donde se encuentra la geografía montañosa (patrimonio de la humanidad), gigantes áreas planas, arbustos y playas. Tierra de la etnia zulú, es famosa por las casitas redondas coloridas y porque en otros tiempos sirvió de campo de batalla en las guerras entre zulúes, Boer y británicos. La ruta de las Midlands valoriza las artes y la cultura regional, así como las exuberantes artesanías sudafricanas.

Región famosa también por sus curanderos y terapias naturales, el Fordoun Hotel & Spa es la elección perfecta: sus habitaciones tienen amplia vista para las montañas de las Midlands y su spa une las terapias sudafricanas más tradicionales con los avances más modernos de la cosmética.

Entre viñedos y bodegas

Desde Johannesburgo hacia Ciudad del Cabo me tomé un avión, porque la distancia era muy larga y me demandaría demasiado tiempo hacerla en auto. Así que, alquilé un nuevo auto al desembarcar en el aeropuerto mismo y empecé mi viaje por la porción occidental del cabo, y dejé la hermosa Ciudad del Cabo como el gran final de la aventura.

Del aeropuerto tomé rumbo hacia el valle de Constantia, vecino a Ciudad del Cabo y famoso por sus viñas y bodegas, la más antigua región vitivinícola del hemisferio sur, con registros históricos desde 1685.

Allí me alojé en The Alphen, propiedad que ya fue hacienda vinícola y tuvo como huéspedes, en otros tiempos, a gente como Mark Twain, Somerset Maugham y el capitán (Captain) Cook.

Hoy, transformada en hotel boutique, tiene 19 habitaciones muy amplias y uno de los mejores restaurantes gourmet de la región: el impecable 5 Rooms Restaurant, del chef Fernando Roman.

Por la Ruta Jardín

Alojada allí, en 15 minutos estaría en el centro de Ciudad del Cabo o disfrutaría de la movida nocturna de barrios como Camps Bay y Clifton Beach.

Pero estaba decidida a explorar las bodegas y viñas vecinas al hotel, como Eagle’s Nest, Klein Constantia o Groot Constantia.

Después de un par de días de puro enoturismo, tomé la famosa Garden Route, o Ruta Jardín, hermosa carretera panorámica que me llevó hasta Hermanus, una ciudad tranquila, pacata, muy distinta de Ciudad del Cabo, desde donde provienen muchísimos moradores a visitarla los fines de semana, días festivos o de vacaciones.

Es un lugar muy demandado por jubilados y surfistas –mezcla rara pero de mucho éxito– y es también uno de los mejores sitios del mundo para el avistaje de ballenas.

Desde el centro de la ciudad o los miradores en las rutas y, sobre todo, desde la terraza del hotel Birkenhead House, es posible ver sin ayuda de largavistas o lentes especiales, a esos gigantes del mar retozando tranquilamente en las aguas del océano.

La aventura es la aventura

Quienes desean más aventura, pueden alojarse en el hotel Grootbos, ubicado en la reserva de la biosfera privada del mismo nombre, que conserva en su propiedad especies únicas en el mundo de la vegetación endémica llamada fynbos.

Safaris botánicos; cabalgatas entre los fynbos hasta el mar; senderos y tours para explorar las cavernas naturales primitivas de la región, o bañarse en la minipiscina privada de su propia suite al atardecer, están en el programa de actividades que propone el hotel.

Las rutas de la parte occidental están bien mantenidas y en todo el trayecto no encontré ninguna estación de peaje.

Como los propios sudafricanos hacen en sus viajes en auto por el país, paraba en negocios a la vera de la carretera para comprar biltong, la carne seca local que se parece al jerked beef de los gringos y es el snack favorito por allá.

Lo que hay que saber

Alojamiento. Botse Botse (www.botsebotsebushretreat.co.za, desde 530 euros el paquete para dos, por dos noches con desayuno, cena gourmet y masaje)

Oaklands Country Manor (www.oaklands.co.za), desde 130 euros por habitación por noche, desayuno incluido. Umngazi River Bungalows (www.umngazi.co.za), desde 240 euros por persona el paquete de tres noches pensión completa).

Fordoun Hotel & Spa (www.fordoun.com); paquetes desde 170 euros por persona con desayuno, light lunch, cena gourmet y masaje.

The Alphen (www.alphen.co.za), desde 250 euros por habitación por noche, desayuno completo incluido.

Grootbos (www.grootbos.com), desde 180 euros por persona con pensión completa y actividades.

The Views (www.viewshotel.co.za), desde 180 euros la noche.

Alquiler de autos. Avis Sudáfrica (www.avis.co.za) en los aeropuertos de Johannesburgo y de Ciudad del Cabo.