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Siurana, reducto de la reina mora

Siurana muestra su origen medieval en las estrechas e irregulares calles, en las que no ingresan automóviles.
Siurana muestra su origen medieval en las estrechas e irregulares calles, en las que no ingresan automóviles.

El último reducto árabe en la actual Cataluña es un poblado montañoso, donde la reina Abdelazia resistió el avance de los caballeros de cuatro condados. 

A mediados del siglo XII, los musulmanes estaban en retroceso en la península Ibérica. El último reducto árabe en la actual Cataluña es un poblado montañoso, donde la reina Abdelazia resistió el avance de los caballeros de cuatro condados, que se habían unido para someter ese paraje hasta ese momento inexpugnable.

Intentó ignorar el fin de su historia, hasta que una flecha penetró por la ventana de sus aposentos y se clavó en la mesa donde estaba comiendo.

La reina saltó al patio del castillo, montó su caballo y escapó, sin pensar en rendirse. Sus enemigos la persiguieron, hasta que llegó a un alto despeñadero donde la bella Abdelazia miró hacia atrás, clavó su mirada desafiante en los cristianos, atizó su corcel y se lanzó al inmenso vacío.

Tal fue la violencia del impacto que la herradura del caballo quedó marcada en la roca, lo que dio origen a la leyenda conocida como el Salto de la Reina Mora. Una Thelma, sin Louise, perenne en el tiempo hace casi nueve siglos.

Ese es el entorno de Siurana, un caserío encantador colgado de un abrupto precipicio en el Montsant, una cadena montañosa que domina la región de los monasterios y que representa una gran carga simbólica para los catalanes.

En Siurana no entran los coches, las calles angostas e irregulares recuerdan su origen medieval y desde sus explanadas naturales nos dejamos fascinar por amaneceres y crepúsculos extraordinarios.

Esos paisajes y silencios atrajeron a Pau y Annais, una joven pareja que instaló aquí un hotel y un restaurante lleno de detalles y sutilezas, tanto en las habitaciones como sobre el mantel. Las primeras llevan el nombre de diferentes cepas –garnacha, tempranillo, etcétera– mientras que el menú despliega el saber de Annais como sommelier y la desbordante imaginación de Pau en los fogones, que tuve la suerte de comprobar en platos tan felices como el pulpo con mousse de aguacate (palta) y ensalada de hojas de mostaza; el salmonete sobre crema de albahaca y tomates confitados, o el pichón deshuesado con mini zanahorias y pétalos de cebollas.

Pero el postre en directo ya me desarmó. Sobre una gran base de metacrilato que ocupa toda la mesa, Pau elabora el postre como una pintura al óleo, que va cobrando forma delante del comensal, con unas frutas por allá, virutas de helado por acá y trazas de diferentes siropes que las enlazan.

Nunca me había emocionado tanto la elaboración de un plato, que más que postre es un homenaje del chef a su cliente, que pasa a ser amigo y admirador a partir de esa muestra de cariño y creatividad desbordante.

Más allá de este punto de referencia de la gastronomía de la zona, existen numerosos restaurantes donde los platos de toda la vida toman forma cada día, a disposición de quien anhele descubrir caracoles, conejos, setas, níscalos, pesca del cercano Mediterráneo y vegetales de las huertas locales.

Siempre subrayados con el vino de ambas denominaciones de origen, la famosa Priorat y la más nueva y ambiciosa Montsant, cepas que dan lugar a productos muy bien conceptuados en el mercado.

Lo que hay que saber

Cómo llegar

  • En coche: por autovías, la A2 Lérida - Barcelona y la A7 Valencia - Barcelona.
  • En tren: en Alta Velocidad (AVE) en la estación de Camps de Tarragona.
  • Por avión: Aeropuerto más cercano El Prat de Barcelona.

Distancias por carretera: desde Madrid 500 kilómetros; desde Barcelona 140 kilómetros, y desde Valencia 250 kilómetros.

Alojamiento. Hotel Siuranella http://www.siuranella.com y Parador Nacional de Tortosa  http://goo.gl/7HsiWj

Gastronomía. Restaurante Siuranella en Siurana  y restaurante Sant Carles Menú (en Tortosa) www.restaurantsantcarles.com

Temporada ideal. Para visitar la zona se recomienda hacerlo en primavera, principios y finales del verano y primeros meses del otoño.