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Incluso entre villanos y persecuciones, la localidad de escalinatas y pasajes de piedra por la que pasa James Bond, se lleva todas las miradas.
El famoso espía británico despliega todas sus habilidades para el combate en Sin tiempo para morir, su última película. Pero además de su trama y efectos especiales, se resaltan las locaciones elegidas para enmarcar la historia, entre ellas, esta localidad de Italia.
Nacida entre las piedras
Se llama Matera. Desde las primeras escenas en que los personajes la recorren, se lucen las casas e iglesias rupestres de piedra que comparten un tono dorado y uniforme. Sus escenarios son realmente dignos de cine.
Grutas arqueológicas
Uno de sus atractivos más llamativos son los llamados Sassi de Matera: un conjunto de antiguas viviendas excavadas en roca, e incluidas dentro del Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
La ciudad crece abrazada a las colinas que dan a su suelo su característica forma ondulada. Esto evidentemente no es un problema para James Bond quien, en la pantalla, corre de un punto a otro sin perder el aliento en el camino.
Otro detalle que se destaca en Matera son las muchas terrazas y balcones que hay en las calles. Esto le da a la ciudad un panorama abierto y, por supuesto, el fondo perfecto para que se recorten las siluetas de 007 y sus enemigos en plena acción.
