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Rojiza, cosmopolita e ineludible

El rojo ocre, color natural de la tierra, es obligatorio para pintar los edificios. De ahí el nombre de “la ciudad roja”
El rojo ocre, color natural de la tierra, es obligatorio para pintar los edificios. De ahí el nombre de “la ciudad roja”

Una muestra de esa confluencia la podemos hallar en la zona moderna de Marrakech, erigida por los colonialistas franceses en la primera mitad del siglo 20.

Marruecos es una de las sociedades más tolerantes del mundo islamista, a pesar de verse a las mujeres mayormente cubiertas con chadores, hijab y en menor medida burkas (velos y mantos que usan las mujeres árabes). Muhammad VI, actual monarca, ha promovido una cautelosa pero sostenida modernización social que ha convertido a su reino en una articulación entre oriente y occidente.

Una muestra de esa confluencia la podemos hallar en la zona moderna de Marrakech, erigida por los colonialistas franceses en la primera mitad del siglo 20. Son los barrios de Guéliz e Hivernage donde, sobre sus amplias avenidas, se concentran restaurantes, tiendas de grandes firmas internacionales, hoteles y villas residenciales. Vistoso, pero nada original.

Tanto en la medina amurallada como en la zona nueva, se cumple una ordenanza según la cual el exterior de los edificios debe revocarse o pintarse con matices rojo-ocre, el color natural de la tierra local, con la que se hacía el adobe desde antiguos tiempos.

Paseando por sus calles u observando la ciudad desde alguna torre, es fácil comprender por qué se llama “la ciudad roja”, la piel de una ciudad abierta a los sentidos, exótica y milenaria, que nos dejará aromas, vistas y sabores imborrables.

Cocina marroquí. El restaurante Dar Moha es el referente ineludible para conocer la evolución de la cocina marroquí a partir de sus sabores tradicionales. Su dueño y chef principal Mohamed Fedal nos contagia su entusiasmo por la investigación de nuevas alquimias, una vocación natural que pudo desarrollar en la afamada escuela de hostelería de Ginebra, "y que me ha estimulado la tendencia a incorporar a mis platos algunos elementos de cada cocina que conozco". Y si bien reconoce que la gastronomía argentina es una de sus asignaturas pendientes, nos promete abordarla en un futuro no lejano.

Es muy recomendable –si es de noche mejor–  pedir una mesa en el jardín del restaurante, dominado por una pileta con azulejos y abundante vegetación. La casona perteneció al diseñador francés Pierre Balmain, aunque el propio “Moha” le ha dado su toque personal.

Toda la carta resulta irresistible, y parece injusto tener que elegir, por ejemplo, entre la “pastilla” o pastela de pollo o de langosta, el cous cous con foie gras o el tagine de cordero o de codorniz, por sólo citar algunas de las tentaciones de esta gastronomía tan lograda.

Tiene un restaurante del mismo nombre en Madrid, “más adecuado al paladar español” nos confiesa Moha, pero mantiene la filosofía culinaria que rodea al comensal en cada creación.

Final de viaje. Visajha (que aproveche), dice el camarero que nos sirve elegantemente el té moruno en una terraza de la plaza Jemaa el Fnaa, mientras observamos impactados cómo el sol se pone a espaldas del minarete de la mezquita de la Koutoubia.

Shokrán (gracias), le respondemos, poniendo especial cuidado en la pronunciación, porque si modificáramos levemente el vocablo y le dijésemos sakrán, le estaríamos llamando borracho.

Shokrán Marrakech, insaalah jamalek yestamer dayman (ojalá tu belleza perdure para siempre).

Lo que hay que saber

Datos útiles Los ciudadanos argentinos no necesitan visado para permanecer un máximo de tres meses en el país. El pasaporte debe tener una fecha de vencimiento posterior a los seis meses. No se requiere ningún tipo de vacunas. Períodos recomendables para viajar: todo el año, salvo los muy calurosos meses de julio y agosto. En enero y febrero se alternan los días fríos con los templados.

Idiomas. En Marruecos se habla el árabe clásico y el árabe marroquí y para las relaciones comerciales se utiliza el francés. El español es usual en el norte del país y en los territorios del Sahara Occidental. Tanto el francés como el español son usados crecientemente en zonas turísticas como Marrakech. La religión principal es la islámica, aunque con un perfil moderado.

Cómo llegar. Córdoba / Madrid / Córdoba, con LAN, tarifa para temporada baja, U 1.649, precio final con impuestos incluidos. Desde Madrid, a través de las líneas  low cost (bajo costo) Ryanair y Easy Jet, e Iberia y Royal Air Maroc, que cubren la ruta Madrid-Marruecos.

Dónde alojarse: Riad Belle Epoque. En Internet www.riadbelleepoque.com

Dónde comer: Dar Moha 81, Rue Dar El Bacha (Médina); e-mail darmoha@menara.ma; en Internet www.darmoha.ma Palais Chahramane, en Internet www.palaischahramane.com Hamamm, en Internet http://www.mythicoriental-spa.com

Hay varias ofertas de menú del día por 8€ y 10€ con alimentos de calidad y buen ambiente. Los restaurantes más distinguidos oscilan entre los 30€ y los 60€ por cubierto.

Organización del viaje: Excursiones Marruecos (www. excursionesmarruecos.es) se especializa en turismo español y canaliza actualmente el turismo latinoamericano que está descubriendo la cultura y los paisajes marroquíes. Además de Marrakech, organizan excursiones por el resto del país y pernoctaciones en jaimas en el desierto; alquileres de 4x4; cuadriciclos y moto; proveen de guías turísticos en castellano, y paseos en dromedarios, entre otros servicios.

Excursiones: Marrakech -Desierto de Zagora, por Ouarzazate, entre 100€ y 250€ por persona.

Ruta Marruecos Imperial (Marrakech, desierto, Fez, Meknes y Rabat), ocho días, siete noches 620,00 € por persona; mínimo cuatro personas. Ambas propuestas válidas para otoño e Invierno del hemisferio norte.

Guías en español para visitas por la ciudad: entre 40€ y 60€.