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Río de Janeiro: partes de un todo carioca

El Maracaná, oficialmente denominado estadio Periodista Mario Filho, al que se puede conocer mediante una visita guiada y donde se jugó la final de la Copa del Mundo 2014.
El Maracaná, oficialmente denominado estadio Periodista Mario Filho, al que se puede conocer mediante una visita guiada y donde se jugó la final de la Copa del Mundo 2014.

Caetano Veloso le puso la marca a Río de Janeiro al llamarla “cidade maravilhosa”. Su armónica belleza, que se despliega entre el mar y los morros, está poblada de un sinnúmero de íconos, pero también de otros sitios que conforman partes de su todo.

Más allá de las icónicas playas de Copacabana, Ipanema y Leblón; de la avenida Atlántica con sus ondeadas veredas; del Cristo Redentor, y del Pan de Azúcar, la ciudad de Río de Janeiro tiene otros atractivos ya sea en unas vacaciones programadas o como escala de un crucero.

Entre la suma de esos atractivos, se destaca el estadio Periodista Mario Filho, mundialmente conocido como Maracaná, cuya trascendencia va más allá de la pasión futbolera.

El mítico recinto ofrece visitas guiadas que recorren todos los rincones del coloso, construido en 1948 e inaugurado para la Copa del Mundo de 1950, la que dejó un sabor muy amargo en los brasileños, al ser vencidos por Uruguay en un episodio que trascendió a la historia como el “Maracanazo”.

La recorrida comienza por la zona baja del estadio donde se encuentra la “Calzada de la Fama”, en la que se encuentran grabados en cemento los pies de un centenar de virtuosos del fútbol, como Zico, Pelé, Garrincha, Ronaldo, Romario y Zazá, entre muchos otros.

Luego, recibe una escultura de Zico, el máximo artillero del estadio con 333 goles, y a continuación, paneles; recuerdos, como el gol Nº 1.000 del “Rey” Pelé; el equipo usado por Garrincha en el Mundial 1962; una exposición de réplicas de las Copas del Mundo, y la mascota “Fuleco”, de dos metros de alto, que hace las delicias de niños y adultos que se agolpan para fotografiarse con ella.

También hay interesantes juegos interactivos, como ejecutar un penal virtual, y una muestra en 3D de la construcción del estadio, por el cual pasaron los más famosos jugadores del mundo. Precisamente la última edición del Mundial, realizada este año, motivó una amplia y costosa reforma de sus instalaciones, que comenzaron en 2010.

La capacidad de 155.000 espectadores se redujo a 78.860 asientos, incluidos 120 ubicaciones para obesos y personas con distintas incapacidades.

El techo original de concreto se reemplazó, en un 90 por ciento, por uno de teflón y fibra de carbono y se instaló un moderno sistema de evacuación del agua de lluvia que ahora se recicla y se utiliza para el regado del impecable césped y para los baños.

Del mismo modo, se cambiaron las luminarias y se construyeron 107 palcos con diversas capacidades que van desde 14 a 39 personas y se amplió la Zona de Hospitalidad que alberga a 2.000 personas, que llegan a pagar 160 reales para disfrutar no sólo del partido sino también de un exquisito bufet y bebidas.

Para quienes hacen la visita guiada, que cuesta entre 36 y 40 reales, lo mejor del recorrido es cuando se llega al nivel del campo de juego, tras pasar por los cuatro nuevos vestuarios donde cuelgan las camisetas de los más famosos del fútbol mundial.

Allí, en esa catedral del fútbol sudamericano, se jugó el 16 de junio de 1950 el primer partido entre las selecciones de Río de Janeiro y de San Pablo, que fue victoria de los paulistas por 3 a 1 y cuyo primer gol lo hizo Didi.

Cuestión de medidas

El campo tiene las medidas reglamentarias, 105 metros por 68 metros. Antes era más grande (110 x 78) y está cubierto por 360 placas de gramilla “bermuda celebration”. Uno de los más modernos sistema de drenaje del mundo, asegura una capacidad de vaciamiento de 230 milímetros de agua por hora, que representan el doble de la precipitación registrada en diciembre y enero en Río de Janeiro.

Para llegar al campo de juego se ingresa por la misma zona por donde lo hacen los protagonistas de los partidos y, como si esto fuera poco, se pueden ocupar las butacas de los suplentes para sacarse las consabidas fotos.

La tribuna de prensa cuenta con asientos para 260 periodistas que, además, tienen una sala de prensa para realizar sus notas y entrevistas junto a la denominada zona mixta, donde convergen también jugadores y directivos de los clubes.

El estadio es dirigido y administrado por la Concesionaria Maracaná a través de un contrato por 35 años, que comenzó a regir en 2013. El colosal estadio, además de fútbol, dio cabida a recitales musicales como el de Frank Sinatra en 1980 y Kiss en 1983, ocasión que aglutinó a 250 mil espectadores.

Semejante estructura ya está siendo preparada para recibir los Juegos Olímpicos de 2016.

La escalera Selarón 

La escalera que separa los barrios Lapa y Santa Teresa debe su nombre al artista plástico chileno Jorge Selarón. La base está en la intersección de las calles Teotônio Regadas y Joaquim Silva, en Lapa, muy cerca del famoso acueducto carioca conocido como Arcos de Lapa, de 1750.

Hacia 1990, Selarón comenzó a colocar azulejos con distintos dibujos en la escalera, muchos adquiridos por él mismo y otras por contribuciones de amigos y visitantes.

De esta manera logró tapizar los 215 escalones distribuidos en 125 metros de largo, con mosaicos de diversos lugares del mundo y que mereció la atención de distintos medios de prensa que difundieron el curioso atractivo.

Entre los azulejos hay varios de Argentina, especialmente de distintos clubes de fútbol que hicieron su aporte a la original obra del artista chileno, fallecido trágicamente en 2013.

La original escalera multicolor termina sobre la calle Manoel Carneiro, en Santa Teresa, junto a la iglesia y convento de Santa Teresa que pertenecen a la orden de las Carmelitas Descalzas.

Datos

Nombre oficial: República Federal del Brasil.

Capital: Brasilia.

Gobierno: democracia parlamentaria con régimen presidencialista.

Población: 185.000.000 de habitantes.

Superficie total: 8.547.403 kilómetros cuadrados.

Idioma: portugués.

Moneda: real.