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Por la ruta de cristal: los extraordinarios puentes de vidrio de China

Los gigantes translúcidos ofrecen vistas únicas en enclaves naturales privilegiados. (Jerri Maine)
Los gigantes translúcidos ofrecen vistas únicas en enclaves naturales privilegiados. (Jerri Maine)

Rodeando montañas o balconeando al vacío, estas estructuras transparentes invitan a conocer desde otra perspectiva ¿Te animarías a caminarlos?

Montañas verdes coexistiendo con el agua caudalosa de las Tres Gargantas de Huangchuan, naturaleza literalmente fluyendo a tus pies. Este escenario casi poético es el hogar de la colosal obra de ingeniería que batió hace unas semanas un récord Guinness al posicionarse como el paso acristalado más largo del mundo. Quienes lo transiten deben recorrer los 526 metros de vidrio que unen ambos márgenes del desfiladero, y que se elevan a 100 metros de altura.

En la inauguración, los técnicos del Libro Guinness estuvieron presentes para confirmar su ingreso en el famoso registro. La nueva estructura superó a la que hasta el momento ostentaba el título al puente de vidrio de mayor longitud, con 488 metros. Lo curioso es que en esta materia el país asiático rompe sus propias marcas, ya que ambos son de su territorio.

De vértigo

Otro corredor del mismo país, tiene la particularidad de simular la letra "A" y sobresale casi 70 metros desde la ladera de una montaña, ofreciendo vistas panorámicas interminables. Pero quizás el más curioso es el que se "rompe" a tu paso, sí, así como suena, la atracción consiste en un suelo transparente sobre un acantilado, a 1.180 metros sobre el nivel del mar con efectos audiovisuales especiales que simulan resquebrajamientos al paso de los visitantes.

Lo cierto es que en China es común encontrar estas enormes construcciones de vidrio que acompañan la belleza de los paisajes. La turbulencia de un río caudaloso y la sensación de flotar en el paisaje, suena muy bien. La experiencia se completa con pausas en los miradores que ofrecen lugares privilegiados para contemplar la naturaleza en calma.

Si algo queda claro es que la ingeniería del gigante asiático no deja de sorprendernos.