buscar

Polémico: ya se hacen visitas al reactor nuclear y a la sala de control de Chernobyl

El Gobierno ucraniano ofrece alternativas cada vez más variadas (y controversiales) de visita a Chernobyl. (123RF)
El Gobierno ucraniano ofrece alternativas cada vez más variadas (y controversiales) de visita a Chernobyl. (123RF)

El Gobierno ucraniano autorizó por primera vez los tours al epicentro de la catástrofe nuclear de 1986. Los recorridos duran unos minutos, pero la exposición a la radiación es altísima.

El turismo negro es una tendencia en crecimiento y el Gobierno ucraniano no deja pasar la oportunidad para ofrecer alternativas cada vez más variadas (y controversiales) de visita a Chernobyl, sede de lo que fue en 1986 la peor catástrofe nuclear civil de la historia.

A esto se suma la repercusión que tuvo la exitosa miniserie de HBO Chernobyl, centrada en mostrar el antes, el durante y el después del desastre.

Ya sea por curiosidad, por genuino deseo de conocer más sobre el episodio, para exponerse al peligro o para sacarse una selfie que acumule más "me gusta" que cualquier otra, muchos turistas ya visitaron partes de la ciudad en donde la radiación sigue siendo elevada.

Pero ahora el Gobierno de Ucrania (que ya planteó su voluntad de que la zona se convirtiera en un atractivo turístico) llevó esa posibilidad al extremo al abrir por primera vez al público las puertas del reactor nuclear número 4 y de la sala de control de la central nuclear.

Estos sitios, que fueron el epicentro del accidente, sólo se pueden conocer con tours organizados operados por agencias oficiales. Según detallan varios medios, la radiación allí es 40 mil veces superior a la normal.

Cómo es la visita

Para prevenir la sobreexposición a la radiación, las visitas no duran más que unos minutos. Lonely Planet señala que para vivir esta experiencia hay que usar trajes especiales de protección contra materiales peligrosos, respiradores y cascos; y someterse a dos pruebas de radiología una vez que termine el tour.

Hoy, Chernobyl es un pueblo fantasma rodeado por una zona de exclusión de 30 kilómetros que no puede ser habitada.