Para esta pareja argentina, se puede ser viajero “sin dejarlo todo”

–¿Hace cuánto que se conocen?

–Nos conocimos en el colegio secundario cuando teníamos 15 años, nos pusimos de novios a los 16 y nos casamos a los 28. O sea que estamos juntos hace 18 años.

–¿Cómo surgió su pasión por los viajes?

–Desde que somos pequeños viajamos con nuestras respectivas familias. Ya sea a países limítrofes en coche (esta es una referencia inequívoca a los ’90), por Argentina mismo o en avión a lugares más lejanos. Y si bien desde el principio de nuestra relación soñamos con viajar juntos, nuestra pasión por los viajes surgió en el primer viaje grande que hicimos a Europa en 2009, por 7 meses. Luego de que me gradué en la universidad, Mati renunció a su trabajo y con el dinero ahorrado nos fuimos sin fecha de regreso.

–¿Qué lugares visitaron hasta el momento?

–Nuestro currículum viajero incluye destinos de España, Francia, Portugal, Inglaterra, Bélgica, Holanda, Italia, Estados Unidos, Las Bahamas, Emiratos Árabes Unidos, China, Corea del Sur, Singapur, Malasia, Taiwán, Japón, Chile, Argentina y Uruguay.

–De esos destinos, ¿cuál es su favorito?

–Si bien la primera aventura por Europa nos definió como pareja viajera, nuestro primer viaje a Asia cambió nuestra vida para siempre. Conocer la cultura de este continente nos hizo tomar dimensión de lo grande y diverso que es el mundo. Por eso, siempre recomendaremos conocer alguno de los países del Lejano Oriente. Honestamente, no tenemos un sólo lugar favorito. Pero, dentro de esa lógica, podemos decir que Nueva York, Seúl, Madrid, Hong Kong y Tokio comparten los primeros lugares de nuestro podio, por distintas razones. A la hora de elegir un destino, el paladar viajero es tan diverso como personas hay en este planeta, por eso tendemos a ser muy respetuosos con nuestras recomendaciones. De todas maneras, a cualquiera que tenga predilección por ciudades, infraestructura y arquitectura, rica comida y contrastes, podríamos sugerirle que visite sin miedo cualquiera de esos destinos.

–¿Cómo se sostienen a nivel económico para poder viajar?

–Cada uno tiene su respectivo trabajo y ahorramos para poder hacer nuestros viajes, ese es nuestro sustento. Además, gracias a nuestra plataforma de difusión, que es nuestro blog y nuestras redes sociales, tenemos la posibilidad de hacer colaboraciones con distintas empresas o emprendimientos que se dedican al turismo.

–¿Cuál es su forma de organizar un viaje?

–Por lo general, nuestra elección de destinos es temática. Esto significa que, por ejemplo, si quisiéramos conocer la cultura inca, elegiríamos hacer Bolivia, Perú y Ecuador. Y por eso, lo más importante para nosotros es hacer una investigación previa de dónde ir, cómo ir y qué hacer. Para esto, nos gusta leer experiencias de otros viajeros en blogs. Solemos priorizar destinos que estén bien conectados y hoteles bien ubicados, para poder ir andando y ahorrar en traslados. En cuanto al dinero, si bien lo cierto es que cuando nos vamos de viaje tenemos un presupuesto que respetar, nuestra premisa es disfrutar dándonos los mayores gustos posibles. Otra cosa fundamental es saber de antemano cuáles son las atracciones con entrada paga a las que se quiera ir. Hay muchos lugares (museos, edificios gubernamentales, etc.) que tienen días u horarios en los que se puede entrar gratis. Por eso es importante chequear de antemano sus páginas web.

–¿Cuál es su parte favorita de conocer otros lugares?

–Siempre, donde sea que viajemos o cualquiera sea el lugar que conozcamos, nuestra parte favorita será jugar a ser locales, caminando sus calles, tomando el bus o el metro, o yendo a comer adonde van los lugareños. Además, en nuestros viajes siempre hay un mirador para ver las ciudades desde arriba y, por supuesto, algún atardecer inolvidable.

–¿Alguna anécdota que les guste recordar?

–Dos veces tuvimos la chance de pasar las Fiestas lejos de Buenos Aires, ciudad en donde actualmente vivimos. La primera vez en España, la segunda en Asia. De la primera nunca olvidaremos la nieve en Bilbao y al Olentzero (la versión de Santa Claus en el País Vasco) y las doce campanadas, acompañadas de amigos argentinos y de uvas por cada una que sonara, en la hermosa Valencia. La segunda está más fresca porque fue el último diciembre. Primero la Nochebuena en Taipei, Taiwán, lugar donde escuchamos villancicos en chino cantados por un coro sobre un escenario enorme, frente a un árbol de Navidad gigante. Luego el Año Nuevo en Hong Kong, donde, rodeados de un mar de gente, nos asombraron los fuegos artificiales más geniales que jamás hayamos visto. Sin dudas, estas serán anécdotas que estarán siempre grabadas en nuestra memoria.

–¿Qué esperan para su futuro? ¿Cuál es su próximo destino?

–Nuestro deseo es seguir conociendo el mundo juntos, teniendo como guía la curiosidad y la sorpresa por lo distinto. Queremos viajar más, porque descubrimos que es un camino de ida: una vez que se empieza, se quiere seguir viajando. Con respecto a nuestro próximo destino, la verdad es que todavía no lo tenemos decidido. Hace mucho tiempo que queremos conocer México, así que quizás dirijamos nuestras energías en concretar ese deseo. También nos gustaría mucho hacer un viaje por el Sudeste Asiático, destino que tenemos pendiente desde hace algún tiempo.

–¿Qué consejo le darían a alguien que no se anima a emprender un viaje?

–Lo primero que se nos viene a la cabeza es que hay que animarse. El mundo está ahí, al alcance de la mano para que lo exploremos y lo disfrutemos, y con una incontable cantidad de cosas por descubrir. Igual, lo más importante es encontrar una propia forma de viajar. Y es esto lo que al fin y al cabo realmente cuenta, porque nos termina dando una identidad viajera. Para nosotros, se puede ser viajero sin dejarlo todo; cualquiera puede viajar si se lo propone y sentimos que somos un ejemplo de eso.  Creemos que en la distancia se aprende a mirar desde otra perspectiva y esto nos aporta más y mejores valores. Por eso, por más corto o cercano que sea el viaje, siempre nos cambian en algo.