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Panamá: cada vez más moderna y linda

(Fotomontaje de Javier Candellero).
(Fotomontaje de Javier Candellero).

La ciudad de Panamá sorprende a los visitantes, tanto a los que llegan por primera vez como a los que vuelven. El crecimiento en infraestructura vial, hotelera y de servicios es incesante. Las inversiones en el casco antiguo ponen en valor los tesoros arquitectónicos.

Quien conoce la ciudad de Panamá y vuelve a visitarla, se sorprenderá por las novedades, y quien no la conoce y va por primera vez, también quedará gratamente sorprendido.

Resulta innegable que estos 14 años en que Panamá ha venido administrando el canal, le han servido para incrementar notablemente sus recursos genuinos pero, además, claras políticas de captación de capitales extranjeros sirvieron –y sirven– para que el desarrollo inmobiliario y de negocios siga siendo una marca registrada del país centroamericano.

La recaudación del canal; el creciente intercambio comercial, y el ingreso de capitales (en su mayoría para inversiones antes que para especulación financiera), les han permitido a los panameños mejorar sustancialmente su PIB y su calidad de vida.

No significa que se haya eliminado la pobreza, pero sí se ha reducido mucho y un gran porcentaje de la población nativa tiene trabajo y vive mejor.

Ese “derrame” de riqueza también se nota en el paisaje urbano, con la incesante construcción de edificios, viviendas y vías de circulación para solucionar uno de los problemas de la ciudad capital: los “tranques” de vehículos en las horas pico.

El parque automotor sigue creciendo y se nota en los cada vez más modernos automóviles que circulan, a la vez que una reestructuración integral del sistema de transporte público sacó de circulación a los antiguos “diablos rojos”, característicos y coloridos buses heredados de los anteriores dueños del canal (EE.UU.), y los reemplazó por nuevos ómnibus.

Otro detalle que se destaca es la arquitectura de los nuevos rascacielos que se levantan, como el edificio F&F, cuyo nombre oficial es Revolution Tower pero a los panameños no les gusta nombrarlo así, por lo que le dicen la Torre Revolución o, más popularmente, “el tirabuzón”. Es que realmente parece eso, un tirabuzón o, poniendo en juego la imaginación, haga de cuenta que se levantó una torre recta y mientras “estaba fresca”, se la giró sobre el eje, hacia un lado.

La ciudad vieja

Otro sector de la ciudad donde se notan las inversiones es en el casco antiguo, donde los edificios coloniales y algunos tesoros arquitectónicos que años atrás estaban bastante deteriorados, están siendo puestos en valor.

Así, ubicados en la plaza Mayor con su gran glorieta en el medio, se obtiene una vista espectacular de la Catedral Metropolitana, del Palacio Municipal, el Museo del Canal Interoceánico y de otros edificios coloniales, casi en una mirada de 180º. Y ese casi está demarcado por las obras que se están realizando en el antiguo Gran Hotel Central, donde se dice que Juan Domingo Perón, exiliado tras el golpe que lo derrocó, conoció a quien sería su segunda mujer, María Estela Martínez.

Otros sitios para recorrer son la plaza Bolívar, surgida de un incendio que devoró toda una manzana de casas y dejó un terreno baldío y en cuyo centro se levanta un monumento en honor a Simón Bolívar. En los alrededores se encuentran la iglesia San Francisco, el Palacio Bolívar, la iglesia San Felipe de Neri y el Teatro Nacional.

La plaza de Francia o las Bóvedas recuerda el frustrado intento de los franceses por construir el canal y en su centro se levanta un obelisco coronado con un gallo, símbolo del pueblo francés.

Esta breve descripción contempla también las ruinas de los conventos de la Compañía de Jesús y de Santo Domingo, con su famoso “arco chato”.

No voy en tren, voy en avión

Si alguna duda les cabe todavía a quienes viajan por vía aérea sobre la seguridad de los vuelos y los aviones, la oportunidad de visitar el System Operations Control Center (Socc), el centro de control de sistemas operativos de Copa Airlines, en el headquarter (sede) de la aerolínea, en ciudad de Panamá, es la forma de sacársela. Uno se imagina que está en un laboratorio de la Nasa.

Daniel Gunn, vicepresidente Senior de Operaciones explicó que “el Socc cuenta con cuatro ‘patas’, en las que se apoyan todas las operaciones: itinerarios y tripulaciones; mantenimiento; despacho de vuelos, conectado con centros de control aéreo, y servicios a pasajeros”.

En ese “cerebro” tecnológico y humano, trabajan 100 personas las 24 horas, que se van rotando por turnos. Todos y cada uno de los aviones de la compañía que despega o aterriza, en cualquier aeropuerto, aparece en un gran monitor, donde se sigue cada ruta en tiempo real.

Ante cualquier incidente, demora, cancelación, cierre de aeropuerto, inconveniente climatológico o alteración de la programación, los jefes de cada una de las cuatro áreas se reúnen con el líder del centro, quien toma la decisión adecuada, inapelable e inmediata, para superarlo. La prioridad es la seguridad del pasajero y, en segundo término, la puntualidad de los vuelos. En este sentido, Copa registra un elevado porcentaje: el 97%.

Luego, Joseph Mohan, vicepresidente Senior Comercial y de Planificación, indicó que la ruta Córdoba - Panamá es “muy exitosa” y que la compañía creció un 20% en los últimos dos años y este año crecerá un 10%.

En cuanto a la flota, una de las más modernas, indicó que hay 40 unidades pedidas, que continuarán con los Boeing 737-800 y que se analiza la compra de algunos equipos de fuselaje ancho para rutas de larga distancia.