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Orlando: qué hacer más allá de los parques

Hay vida después de Disney y Universal. La naturaleza asoma imponente en los Everglades y el espacio tiene su mundo propio en el Kennedy Space Center.

Orlando vuelve, una y otra vez, en la agenda viajera. Sus atractivos son enormes y parecen no tener fin. Pero no todo son parques de diversiones: esta vez, la propuesta es descubrir que hay mucho más para ver cuando se saca el foco de las montañas rusas o la magia eterna de los castillos y las princesas.

La ciudad y sus alrededores tienen muchas alternativas naturales y numerosos juegos para pasar un rato diferente en familia. Agende y arme su itinerario a gusto, intercalándolo con los parques y con las infaltables compras con que atraen los centros comerciales de Florida.

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Caminar en Winter Park

Después de tanta autopista y de ese mundo pensado para los autos, ¿nunca sintió ganas de caminar un poco? Créase o no, Orlando tiene donde hacerlo y no es el Downtown, que no debe confundirse con un centro caminable como el de Córdoba o Buenos Aires, sino Winter Park, un pequeño suburbio de Orlando-Kissimmee.

Este lugar desarrolló una zona muy agradable en torno a Park Avenue. La herencia europea se nota en la construcción, la disposición de las calles, los museos y las galerías de arte. Cada año, aquí se realiza el Sidewalk Art Festival. Muchos llegan atraídos por el Charles Hosmer Morse Museum, famoso por su colección de cristales Tiffany.

¿Lo más lindo? Tomar un café en la vereda de los bares, comprar golosinas en el vistoso negocio de Rocket Fizz y embarcarse para un paseo por el lago Osceola y los canales en el Scenic Boat Tour.

Everglades: un paseo verde

Everglades es el gran pulmón verde de Florida, el humedal subtropical de 600 mil hectáreas que configura por tamaño el tercer parque nacional de Estados Unidos. Hoy, se protege el 20% de la superficie original de este pantanal, al que se puede acceder desde distintos puntos de Florida.

Desde Orlando lleva unas cuatro horas de auto acceder a los diferentes portales, donde se proponen numerosas actividades de naturaleza: caminatas, observación de aves, navegaciones.

Fuera de los límites de este parque nacional, pero siempre en el humedal de los Everglades, se pueden hacer las clásicas excursiones en airboat, hidrodeslizadores que avanzan “sobrevolando” las aguas entre los juncos, con la garantía de avistar aligátores (reptiles similares a caimanes) en las orillas.

Wonderworks o el mundo del revés

¿Quién no ha visto, a la ida o a la vuelta de cualquier paseo por Orlando, esta curiosa casa puesta exactamente al revés, apoyada sobre el techo? Despierta curiosidad pero, sobre todo, merece la visita.

Según la historia que se presenta a los visitantes, con aires de mito, un día hubo un error científico en un laboratorio secreto del Triángulo de las Bermudas y esta casa terminó cayendo “de cabeza” sobre Orlando. Pero en el interior todo quedó funcionando sin problemas, de modo que no hay que desaprovechar la ocasión de entrar al pasar por International Drive.

Wonderworks es apasionante para todas las edades: ¿en qué otro lugar podría uno acostarse sobre la cama de clavos de un fakir, sentir en el cuerpo cómo se mueve el piso durante un terremoto o bambolearse como un astronauta que va a la Luna? Bien vale quedarse un par de horas. Además, cierra a la medianoche, así que es una buena actividad para después de los parques.

 
 
 
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Una publicación compartida de WonderWorks (@wonderworksonline) el3 Abr, 2015 a las 8:20 PDT

Una visita espacial en el Kennedy Center

Probablemente, lo más parecido que hay en este mundo a ser un astronauta es internarse en las atracciones del Kennedy Space Center, en Cabo Cañaveral, ubicado a una hora de Orlando en auto.

El gran complejo que protagonizó la carrera espacial de los años ’60 en adelante hoy permite asistir a lanzamientos de cohetes, meterse en el simulador Shuttle Launch Experience para vivir el despegue de una nave espacial, comer y conversar con un auténtico astronauta, ver proyecciones en Imax y conocer las cápsulas que han dado la vuelta a nuestro planeta.

¿Una curiosidad? Probar la comida de los astronautas para sentirse como Buzz Lightyear. Entre lo más nuevo está el Journey to Mars, una atracción sobre la nueva frontera de la exploración espacial. Hay que llegar temprano sí o sí para aprovecharlo: el complejo es muy grande y se recorre en visitas guiadas con minibuses. Para tener en cuenta: todo está en inglés.