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Nueva Orleans mucho más que jazz

Como si cada uno de sus adoquines guardara una historia. Puede ser una anécdota, puede ser un cuento de terror. Puede ser la leyenda de cómo esta ciudad pantanosa y en forma de medialuna se convirtió en una de mis ciudades favoritas en el mundo.

Nueva Orleans está repleta de historias.

Muchas veces la idea de turismo que se tiene sobre Estados Unidos lleva a pensar sólo en algunos destinos; los siempre populares Miami, Chicago o Nueva York. Sin embargo, hay joyas como Nueva Orleans que tienen tanto o más que ofrecer. Estos son cinco puntos que hacen de la apodada “ciudad creciente” un destino imprescindible para un viaje completo por el norte del continente.

Platos con herencia

Lo primero que llamó mi atención fue la comida. La variada influencia cultural que posee Nueva Orleans la convierte en una olla donde bulle una riqueza gastronómica realmente particular. La cocina criolla, herencia de los inmigrantes africanos y franceses establecidos en Luisiana, es la que sobresale por excelencia. El sabor cajún, una mezcla de especias entre picantes e inolvidables, adorna sopas y guisos que aprovechan al máximo la vida marina de la costa.

Las influencias francesas se dejan ver en el café con achicoria y en los clásicos beignets, unos buñuelos que descansan en azúcar impalpable y que la gente espera por horas en el famoso Café du Monde. Buscando algo al paso, los sándwiches po' boys son imperdibles, sobre todo rellenos de camarones picantes.

De fiesta en Bourbon Street

Tres colores representan el Mardi Gras: púrpura por la justicia, dorado por el poder, y verde por la fe. Durante febrero, la ciudad entera se viste de estos colores y comienza la celebración.

Es un verdadero carnaval: la música parece emerger de cada rincón y los tragos multicolores se derraman mientras un desfile de borrachos felices trastabilla al bailar. En la ceremonia, que reúne a todos en Bourbon Street desde hace más de doscientos años, las mujeres se levantan la remera mientras desde los balcones del primer piso les arrojan collares de plástico como recompensa. Al final de la noche, las más atrevidas caminan por las calles presumiendo sus numerosos collares.

El resto del año, la fiesta se extiende más allá de la calle Canal. Sorpresivamente, hay un huracán más famoso que el temido Katrina, el desastre natural que dejó a la ciudad cerca de la ruina en el año 2015. "Huracán" es el nombre de un cocktail típico de la escena fiestera local, una pócima dulce y misteriosa, cuya receta es un secreto. Lo que sí se conoce es su efecto: sólo unos tragos del poderoso huracán y podrías olvidar todos los sucesos de la noche.

La cuna del jazz

Sonidos de trompetas y platillos emergen de cada rincón. En los bares, la gente apretada apura uno y otro bourbon mientras la banda de la noche hace que todos muevan los pies. La música se mete en los huesos de cada uno de los presentes, y los acechará en sueños y hasta en el vuelo de regreso al hogar. No hay escena de jazz en el mundo como la que existe en Nueva Orleans. Los locales abren a las 19 y es ese momento, mientras el sol se esconde, la gente se apila en las puertas para ser parte del legendario mundo del jazz de Luisiana.

La calle Frenchmen Street, llamada así por sus primeros habitantes provenientes del viejo continente, es el lugar perfecto para comenzar un recorrido por la noche jazzera.

Sobre leyendas y vudú

Numerosas películas, novelas y series de televisión han utilizado la historia de Nueva Orleans como el escenario de sus relatos. Es que la combinación de culturas, magia negra y personajes fantásticos se ha convertido en semillero de historias difíciles de olvidar.

Aquí vivió Marie Laveau, la conocida madre del rito vudú. También Delphine Laurie, quien fue acusada de torturar a sus esclavos en el sótano de su mansión. Existen diversas historias de duelos e incendios, todas con finales abiertos a través del tiempo.

Todas las noches hay tours embrujados por el centro histórico de la ciudad; caminatas donde las historias parecen cobrar vida y los fantasmas sobrevuelan el río Mississippi. No aptas para asustadizos.

Hundiéndose lentamente

La hermosa Nueva Orleans fue construida sobre un área pantanosa. Según estudios científicos, en los últimos 80 años más de 5 mil kilómetros cuadrados de su terreno han quedado sumergidos en las aguas del Golfo de México.

Entre la explotación del terreno por el petróleo y el calentamiento global, se cree que en alrededor de 90 años la ciudad se habrá hundido por completo. ¿Qué mejor motivo para acelerar la decisión y elegirla como destino?