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Nieve en formato all inclusive: ¿de qué se trata?

Hay pistas para todos los gustos: bien anchas, más finas, entre medio de pinos y de todos los grados de dificultad. Foto: Club Med
Hay pistas para todos los gustos: bien anchas, más finas, entre medio de pinos y de todos los grados de dificultad. Foto: Club Med

El flamante Club Med Les Arcs conjuga esquí y relax en los Alpes franceses.

La naturaleza se manifiesta a sus anchas en los Alpes franceses: la vista del famoso Mont Blanc enfrente y el enorme Valle de Tarentaise cubierto de nieve confunde a cualquiera sobre si lo que se ve es real o es uno de esos fondos de pantalla de computadora perfectos.

En el lugar estratégico de este paraíso se levantó, en tan sólo 18 meses, el imponente Club Med Les Arcs Panorama, última inauguración de la famosa cadena de resorts all inclusive. La compañía tiene otros 16 resorts de nieve concentrados en Francia, Italia y Suiza.

En todos, trasladan la misma filosofía de all inclusive realmente con todo incluido y, tras vivir la experiencia, vale decir que no hay detalle dejado al azar.

Voy de Viaje fue invitado a la ceremonia de apertura, a mediados de diciembre, justo cuando la temporada de nieve 2019 estaba comenzando. Un transfer terrestre nos llevó desde Ginebra hasta Les Arcs 1600 (la altura sobre el nivel del mar en la que está el centro de esquí) y desde ese momento el viaje es mágico. Las verdes praderas con pequeñas casitas de Suiza van mutando en las enormes montañas nevadas.

La experiencia de nieve en Club Med es superadora desde el momento de ingreso. El sistema “easy arrival” hace que el pasajero pueda hacer su check in online previamente, comunicando si realizará esquí o snowboard y, al llegar, tendrá sus equipos de primera categoría listos en un locker con el mismo número de su habitación en el ski room. Se trata de un enorme salón que tiene salida directa a las pistas: con el ski in/out, no existe eso de andar cargando los equipos.

Previamente, en la cómoda habitación, el menú informativo desplegado en la pantalla led del televisor advierte sobre la temperatura exterior, el estado de las pistas y las condiciones de nieve. También tenemos el pase magnético listo para utilizar los medios de elevación. A bajar la montaña.

Todos con “profe”

La estadía incluye el cuidado para niños y clases de esquí y snowboard tanto para adultos como para niños con profesores de la Escuela Francesa de Esquí. Entre los adultos, todos los días hay tres grupos (expertos, intermedios y principiantes) para asistir a los pasajeros. Quienes estén dando sus primeros pasos en la materia se quedarán en la pista propia que tiene el hotel, usando la cinta transportadora para subir y bajar fácilmente por la leve pendiente.

Al resto, los espera uno de los mayores dominios esquiables del mundo, conocido como “Paradiski”: son en total 425 kilómetros de superficie esquiable en 264 pistas, ya que suman las áreas de Les Arcs, Peisey-Vallandry y La Plagne.

Nosotros, por ejemplo, salimos desde Les Arcs 1600 y pasamos hasta otra cara de la montaña, llegando a Les Arcs 2600 (en la parte superior, se puede llegar a 3250). Si bien todas las pistas están señalizadas, es muy útil ir con un profesor que además de dar tips técnicos y correcciones, haga de guía.

Hay pistas para todos los gustos (bien anchas, más finas, entre medio de pinos, de todos los grados de dificultad y fuera de pista excepcionales). Incluso existen algunas con nieve garantizada por las máquinas que la producen en el caso de que no haya caído una buena cantidad.

Volver al hotel, una fiesta

Tras un día de nieve, regresamos al resort que aguarda a los huéspedes con un after esquí al aire libre. Chocolate o vino dulce caliente, junto con sándwiches de salmón o delicias dulces reconfortan, mientras Dj y bandas en vivo invitan a mover el cuerpo. Todo parece salido de una postal.

Otra opción es aprovechar la puesta del sol y disfrutar de la majestuosa pileta climatizada (interna y externa) y el jacuzzi al aire libre. Los músculos seguramente lo agradecerán.

La gastronomía, un lujo

El all inclusive incluye todas las comidas y bebidas (con y sin alcohol). Y aquí se abre otro capítulo apasionante. Además de la típica comida francesa (¡por favor, la cantidad y calidad de esos quesos!) como deliciosos foie gras poelé o tourte reblochon, chefs de todo el mundo ofrecen cocina internacional, desde platos sofisticados de comida asiática hasta hamburguesas gourmet. Es un banquete de sabores difíciles de olvidar.

“Nosotros vendemos felicidad”, nos había dicho con una sonrisa a nuestra llegada Janyck Daudet, CEO de Club Med Latinoamérica. Por presuntuoso y difícil de traducir que eso parezca, hay que admitir que bastante razón tenía.