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Nada es imposible: fueron de Argentina a Italia en un Fiat 1100

Una pareja de argentinos partió hace un año y medio en un Fiat 1100 de 1961 con rumbo a Turín, donde fue fabricado el vehículo. Como destino intermedio, pasarán por África. Dialogamos con ellos en Ecuador.

Luis y Sonia son de Avellaneda y comparten un sueño: llegar desde Argentina a Turín (Italia), pasando por Cabo Verde (África), la tierra de nacimiento de los abuelos de Luis. La elección de Turín no es antojadiza. Esa es la ciudad de fabricación del Fiat 1100, que tiene como sobrenombre el “Nono”.

Llevan un año y medio de recorrido. Actualmente, están en Ecuador, en la ciudad de Otavalo, donde Voy de Viaje los entrevistó.

¿Cómo fue el trayecto hasta Ecuador? 

Arrancamos por Avellaneda hace más de un año. Salimos para el partido de la Costa, luego a Viedma y bajamos hacia el sur para encontrar la ruta 40. Empezamos a subir y fuimos hasta Jujuy, cruzamos por el paso de Jama. También visitamos Atacama, uno de los lugares más lindos que conocimos. De ahí a Perú, entrando por Tacna, visitamos Arequipa. Fuimos hasta Bolivia, a La Paz y estuvimos en el lago Titicaca.

Después, volvimos a Perú porque queríamos visitar Machu Picchu, pero no pudimos por el costo que tiene. Esa es la cuenta pendiente del viaje. El costo era de 100 dólares por persona y no podíamos pagarlo, pero estuvimos en Cusco, y eso fue muy bello. Siempre hay que dejar algo pendiente, y Machu Picchu es nuestro lugar pendiente.

Después de Perú, donde nos trataron excelente, viajamos a Ecuador. Allí entramos por la frontera sur, por Huaquillas. En este país estuvimos cuatro meses y medio. Hicimos toda la costa y toda la sierra. Nos queda una semana en Ecuador. Es un país muy bonito, fuimos a Baños, a Montañita y ahora estamos en Otavalo.

¿Y cuáles son los próximos pasos?

La próxima etapa es ir hacia Colombia. Luego, el proyecto es partir hacia el norte de Brasil. Queremos conocer ese país y tomarnos un buen tiempo. La idea es embarcar al norte de África, hacia Cabo Verde. Ese lugar es elegido porque soy nieto de caboverdianos. En Argentina, hay una interesante colectividad de caboverdianos en La Plata y en Dock Sud. Son las dos colectividades más grandes.

La idea es llegar a mis orígenes, a Turín, donde fue fabricado el auto. El proyecto es espectacular y el objetivo final resulta importante, pero lo es aún más el camino. Todo el tiempo podés conocer distintas costumbres. Eso nos obliga a crecer.

¿Qué complicaciones fueron ocurriendo en el trayecto?

Lo que el común de la gente piensa que son complicaciones, para nosotros son cosas espectaculares, porque nos ayudan a conocer a otras personas. La gente ve el auto en que estás viajando y todos te ofrecen su ayuda, su solidaridad.

De repente, se acerca el dueño de un bar cercano, que les estaba compartiendo el wifi, y les ofrece dos enormes sándwiches que aceptan con felicidad. “Viste, eso era lo que te contaba” dice Luis mientras empieza a degustar el bocadillo. Le contás el proyecto del viaje, de la idea, y la gente se suma, nunca resta nadie. De eso nos alimentamos. Todos se suman al sueño, agrega.

Del otro lado del mar

“Creamos el viaje en Facebook, que se llama “kilómetro a kilómetro”. Allí están todas las historias, muchas fotos, la gente que abrió sus casas y familia. Es algo muy lindo lo que se fue armando allí. Los invito a visitar el sitio para leer y ver las fotografías”, describe Luis al ser interrogado sobre la manera en que decidieron consultar su viaje.

¿Cómo se portó el auto… el “Nono”?

Es una maravilla, un Fiat 1100 del ´61. Tiene muchas piezas originales: carburador, dínamo, radiador. Es un monstruo. Hay un contacto con la Fiat, que lo hicimos antes de partir. Mandamos cartas en italiano y en inglés. Pero cuando les dijimos que íbamos a llegar en dos años y medio, nos respondieron que cuando estemos más cerca les escribamos de nuevo. De todos modos, tenemos muchos seguidores italianos.

¿Qué fecha planean llegar a Italia?

No tenemos fechas estimadas, porque en el auto que viajamos no podemos estimar fecha ni horas. Andamos a 50 kilómetros por hora.

Es muy fiel el auto, pero imaginate que no puedo calcular cuánto demoró hasta Ibarra (el pueblo siguiente de Otavalo). Esperamos estar cinco meses en Colombia y otro tanto en Brasil. O sea, dentro de un año queremos tomar el barco hasta África.

¿Cómo se los puede ayudar?

Contamos con un número de cuenta en la página de Facebook para la gente que lo fue pidiendo. No queremos que sea algo masivo, sí para aquel que quiera ayudar y se sienta partícipe. Nosotros respondemos a todos los que nos escriben.

Hay muchos fans de Fiat en Córdoba, ¿qué les decís?

Hay mucha gente con sentimiento tremendo sobre este auto, y eso se nota en el camino. Sabemos que en Córdoba son fanáticos del Fiat, y sería buenísimo que los cordobeses se sumaran a la página.

Invitamos a todos a entrar a nuestra página de Facebook: @kilometroakilometro. Hay muchas historias muy buenas, además de fotos de amigos que se sumaron en un tramo a la aventura. Además, van a poder ver el documental La caravana mágica, que reúne a varios autos antiguos en travesías parecidas a la nuestra.

Sonia se pone a preparar unos mates. Según cuenta, son una gran compañía en todo el viaje. Luis se dispone para las fotos y termina el sándwich que la charla no le había permitido comer. Les doy el nombre de gente de Tulcán, en el límite con Colombia, que los pueden ayudar. Y, curiosamente, les confieso que los envidio sanamente, como saben decir. Entonces, Luis me responde: “Vos y todos los que nos ayudan ya son parte de este sueño”.