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Moscú a través de sus estaciones de subte

Repasamos las joyas imperdibles del arte moscovita. Un paseo ideal para combinar con el Mundial de Fútbol 2018. Qué cosas hay que tener en cuenta.

Candelabros de oro y cristal, grabados en mármol traído de distintas partes del continente, esculturas de bronce y frescos al óleo son algunas de las decoraciones que acompañan las más de 200 estaciones de subte de Moscú.

En sus entrañas se esconden los secretos mejor guardados de la Revolución Rusa de 1917 y de toda la historia del siglo 20 del país. Lo que se pueda decir acerca del metro de la capital rusa es poco. Basta con bajar a cualquiera de sus estaciones para comprobar que cada una intenta representar algo distinto a través del llamado “realismo soviético”. Y ni hablar del viaje en esos traqueteados vagones que conservan la magia que les dio el infalible paso del tiempo.

MÁS DATOS. Información útil para recorrer Moscú.

Hay estaciones barrocas y otras futuristas y, pese a que es imposible conocer en un solo viaje la red completa del metro –que cuenta con más de 325 kilómetros de vías–, el paseo por los puntos más importantes es ideal para aquellos futboleros que lleguen al país con poco tiempo o poca plata. Se pueden recorrer con un solo boleto e incluso aprovechar los traslados hacia distintos puntos de interés de la ciudad para hacer combinaciones que permitan observar varias de estas paradas. Sobre todo, es una buena opción para momentos en los que hay mal clima o durante el invierno.

Si bien el país se está preparando para recibir a cientos de miles de extranjeros el año que viene, hay que tener en cuenta que en muchas ocasiones el viajero podrá encontrarse con señales que están sólo en cirílico. Por eso, la primera clave para no perderse es tener un mapa que combine ese alfabeto con el inglés, ya que será casi imposible encontrar traducciones en español.

Hacia el subsuelo

Con esa valiosísima herramienta en mano, ya sea digital o en papel, se puede descender los más de 100 metros que tienen sus escaleras mecánicas y visitar las estaciones más bellas, consideradas como “el palacio del pueblo”. Repasamos aquellas que son impresionantes y que no se parecen en nada entre sí:

Belorusskaya: ubicada al noroeste de la zona del Kremlin, esta estación cuenta con uno de los techos más bellos que se hayan podido ver en un subsuelo. Trabajos en moldura blanca se combinan con frescos que muestran escenas de la vida rural del país. Hay una importante escultura de bronce con líderes de la revolución cuyos rostros intimidan a todos.

Kievskaya: esta estación y las de Komsomolskaya y Tagankskaya son las más lujosas y barrocas de la red. Kievskaya está compuesta por 18 murales de mosaico que conmemoran la unión entre Rusia y Ucrania. En los techos se podrá ver fina cristalería en los candelabros y sobre la pared final de la estación hay un mural con el rostro de Lenin. La parada se encuentra cercana a una importante estación de trenes al oeste de la ciudad.

Novoslobodskaya: es completamente distinta de las anteriores y se destaca por sus líneas simples y su importante trabajo en vidrio. Grandes vitrales de colores muestran la vida diaria en el campo ruso, lo que la transforma en una de las más coloridas y animadas del sistema de metro.

Mayakovskaya: esta parada fue diseñada en 1938 y sin embargo sigue siendo futurista. Su estilo vanguardista la convierte en una de las más luminosas, ya que los techos tienen impresionantes bóvedas con gran cantidad de lámparas con elementos soviéticos. Vale la pena pararse debajo de cada bóveda para ver el fresco y los detalles incrustados en las lámparas.

Slavyansky Bulvar: esta estación no puede faltar si se trata de hacer un recorrido para ver la variedad en la arquitectura y decoración de las entrañas moscovitas. Slavyansky Bulvar es la menos soviética de todas, y para aquellos que conozcan París será como estar por un momento en la capital de Francia. El trabajo de herrería evoca diseños del metro de "la ciudad luz" y cuenta con bellos asientos en los que ubicarse para contemplar esta verdadera obra de arte.