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Monte Saint-Michel, la “isla” más mágica de Francia

El Monte Saint-Michel impacta por su paisaje pero también por su historia. (123RF)
El Monte Saint-Michel impacta por su paisaje pero también por su historia. (123RF)

Ubicado en Normandía, este fascinante lugar queda aislado momentáneamente del mundo por las mareas.

La postal formada por el Monte Saint-Michel parece sacada de un cuento de fantasía. Y es que, según la hora del día en la que se la visite, esta isla rocosa coronada por una abadía medieval puede estar rodeada de agua o de arenas movedizas según las mareas.

Pero más allá del impacto que genera a nivel paisajístico, se trata de un lugar con siglos de historia: el monasterio fue fundado a principios del siglo VIII, y a lo largo del tiempo fue lugar de culto (de la talla de Roma o Santiago de Compostela), fortaleza, cárcel (durante la Revolución Francesa) y atractivo turístico. Por eso, visitar esta edificación es prácticamente obligatorio.

Alrededor de la abadía, en tanto, una pequeña ciudadela medieval completa la postal que año a año atrae a millones de turistas -tal es así que hoy es uno de los puntos más visitados de Francia-. En las callecitas estrechas de este sitio habitado por menos de 40 personas se concentran bares, restaurantes, hoteles y negocios de suvenires.

Grandes mareas

Al estar ubicado en donde ocurren las mayores mareas de Europa continental, dos veces al día el mar transforma el entorno del monte, rodeándolo de agua (para dimensionar el fenómeno, basta con saber que el agua sube 15 metros). Cuando eso sucede, sólo se puede acceder mediante un puente hasta la "isla", e incluso hay días en los que el nivel del agua tapa por unas horas ese único medio de acceso permanente.

La recomendación es ir antes de que se produzca el fenómeno, para verlo en vivo desde las plazas o la pasarela del Monte Saint-Michel.

Con la marea baja, en cambio, hay paseos guiados por la arena. Por el riesgo que representan las mareas, es necesario hacerlos con guía.

Cómo llegar

El Monte Saint-Michel está a tres horas y media de París. Se puede ir en tren desde la estación París Montparnasse; la ida cuesta 27 euros y los niños de entre 4 y 12 años pagan 13,50 euros. La visita puede hacerse en el día.