Sucedió en la Península de Yucatán, cuando un grupo de buzos pudo conectar dos cavernas que se consideraban independientes.

Recientemente, unos curiosos buzos descubrieron en México lo que sería la cueva inundada más grande del planeta, al conectar dos cavernas submarinas que se creía que eran independientes.

El hecho sucedió muy cerca de Tulum, en la Península de Yucatán. Allí, después de meses de estudios y exploración, llegaron a la conclusión de que el sistema de cuevas conocido como Sac Actun en realidad está conectado con el famoso cenote Dos Ojos.

PARA DISFRUTAR. De postal: Playa del Carmen y Tulum.

En total, esta cueva mediría 347 kilómetros, lo que la convierte en la más larga del mundo. Pero no se trata sólo de un título, sino que este gran hallazgo permitirá entender más profundamente los rituales y los asentamientos prehispánicos de la zona.

Espacios sagrados

Para dimensionar la importancia que tenían los cenotes para la cultura maya, hay que saber que se trataba de sitios sagrados; portales a través de los cuales estos hombres se comunicaban con sus dioses.

A lo largo de muchos años, en los diferentes cenotes de la Península de Yucatán se han descubierto objetos religiosos y esqueletos humanos, ya que se cree que eran los lugares elegidos para hacer sacrificios.

¿Qué son los cenotes?

Según la Real Academia Española, un cenote es un depósito de agua manantial. Para profundizar un poco más el concepto, se puede decir que se trata de un sistema subacuático en forma de semicírculo, que según se cree se formó debido al impacto de un meteorito que cayó en la zona hace 70 millones de años.

Los cenotes más antiguos son aquellos que se encuentran completamente abiertos, mientras que los más jóvenes son los que conservan su cúpula intacta.