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Odyssey of the Seas, de Royal Caribbean, ofrece actividades increíbles. Además, gastronomía internacional, espectáculos y subir casi 100 metros en una plataforma para una vista de 360º.
"Es hora de ver con tus propios ojos hasta dónde puede llevarte una aventura en barco". La frase no es casual, el crucero Oddisey of the Seas de Royal Caribbean, ofrece experiencias únicas a bordo.
Cuenta con todo lo que a la mayoría de estas grandes embarcaciones no les puede faltar (gastronomía internacional, grandes shows), pero también tiene más. Por ejemplo, la oportunidad de practicar actividades de pura adrenalina.
Se puede jugar a otro nivel, con autos chocadores, pistolas láser, realidad virtual, y una plataforma que sube casi 100 metros para regalar una vista a la inmensidad de los océanos.
Entre los juegos, hay un simulador RipCord, para desafiar la gravedad; "Clash for the Crystal City" propone una batalla en un mundo congelado entre Yetis y Snowshifters. Para sobrevivir, uno de los clanes debe tomar el control en el combate final, con pistolas láser que brillan en la oscuridad.
La zona de aventura virtual suma una experiencia de realidad virtual 4D inmersiva en el mar, que permite recorrer, explorar e interactuar físicamente con el entorno. Se puede entrar en la base secreta interdimensional conocida como Zona Cero y vivir una aventura nueva.
Sobre la cubierta o bajo techo, hay muchísima oferta para vivir emociones fuertes y espectáculos grandes. También hay una zona tranquila de piscinas o locales con música en vivo.
En la cubierta superior se ha montado un salón de videojuegos interactivo en el que hay desde clásicos como skeeball, el simulador de surf FlowRider, el trampolín Bungee Sky Pad para disfrutar jugar el nuevo Croak's Wild Adventures. Se puede practicar paracaidismo en el simulador RipCord... o relajarse en las piscinas con atmósfera isleña.
La estrella del crucero Oddisey of the Seas es North Star, que sube a los pasajeros por encima del barco para disfrutar de vistas de 360 grados del mundo, mientras se realiza el recorrido. Es posible ponerse en la cápsula de observación, ganadora del récord Guinness del mundo en la categoría de cubierta de observación más alta de un crucero, y contemplar las imponentes vistas del océano, del barco y de algunas de las costas más increíbles a más de 91 metros sobre el nivel del mar.
Para subirse, hay que medir al menos un metro, y 1,21 para hacerlo sin compañía de adultos.
