Marruecos en camioneta, una aventura de ensueño

Nos asomamos a la encantadora cultura musulmana y a un idioma totalmente diferente al nuestro; descubrimos ciudades amuralladas, desiertos dorados, la costa mediterránea y las montañas del Atlas.

¿Buscando un viaje que combine la aventura de viajar por tu cuenta a un país lejano, con idiomas y culturas diferentes, pero sin complicarte la vida y manteniendo las comodidades de un turista? Presentamos este recorrido a medida que nos permitió explorar lo mejor de Marruecos sin perder de vista nuestro presupuesto como viajeros argentinos, reducido pero exigente.

La razón detrás de nuestra elección de viajar a Marruecos fue una mezcla de mi deseo desde niño de explorar África y la pasión de mi esposa por las artesanías de barro y cerámica.

Marruecos es conocido mundialmente por sus magníficos trabajos en una amplia variedad de piezas de cerámica, cada una con su técnica y estilos distintivos, característicos de diferentes épocas, culturas y regiones.

Con esto en mente, planificamos una visita turística a ciudades tradicionales, pero también creamos una especie de “ruta de la cerámica”.

Cerámica exquisita, con intrincados diseños y vibrantes colores. Visitamos talleres de artesanos locales en Fez y puestos de venta en el bazar. (Gentileza: Walter “Che Toba” De Boever)

Aclaración: es un viaje ideal para parejas, pero se puede hacer en familia o con amigos, pero no más de cuatro personas, al fin de cuentas es un viaje en camioneta a lo profundo de Marruecos.

Cómo organizamos el viaje

Al principio teníamos muchas dudas y temores, lo normal, pero también varias cosas en claro, es muy importante para iniciar cualquier plan de viaje armar una “lista de mandamientos”, para que las ideas se vayan clasificando, ordenando o descartando.

No queríamos un típico paquete turístico con horarios para desayunar, tiempos ajustados para visitar una Medina (el casco histórico y amurallado de la ciudad), o un circuito armado para hacer compras. Nosotros queríamos perdernos por los pasillos entre cacharros y artesanías al explorar los Zocos (mercado árabe tradicional).

Adentrarse en un zoco marroquí es sumergirse en un torbellino de colores, aromas, sonidos y el bullicio cultural inigualable. (Gentileza: Walter “Che Toba” De Boever)

Somos viajeros que la mochila quedó atrás y buscamos ciertas comodidades y certezas, pero todavía preferimos la aventura propia por encima de los viajes grupales. Tampoco queríamos dormir en hoteles de cadena, no fuiste a Marruecos si no te hospedaste en un Riad, una casa tradicional, sencilla por fuera, majestuosa por dentro.

Nuestro viaje era solamente de siete días, recomiendo disponer de al menos 10, por lo que necesitábamos planificación y velocidad para movernos.

¿Por qué una aventura en camioneta?

Con los requerimientos planteados quedaba una sola opción, movernos en vehículo propio. En Marruecos la lengua oficial es el árabe, en muchos pueblos del interior se habla bereber y en el ámbito turístico se habla francés, y nosotros no los conocemos.

Todos los planetas se alinearon cuando un viajero español publicó en sus redes la historia de dos maestros del desierto marroquí, formados por una ONG española, que capacitan a la comunidad local en la oferta de servicios sostenibles para turistas. Uno de los servicios que ofrecen es el alquiler de camionetas 4x4 con chofer. ¡Bingo! Así fue como el contacto de Mohamed Oujaá llegó un día a mi WhatsApp.

Con una buena planificación podemos ser exploradores aventureros, sin sacrificar las comodidades de un turista con espíritu curioso. (Gentileza: Walter “Che Toba” De Boever)

Todo en uno, conseguimos la forma de trasladarnos, eliminamos todas las preocupaciones a la hora de conducir y nos pusimos a planificar la ruta, con la asistencia de Internet y los consejos de Mohamed.

Viajar con guías locales, nacidos allí, no sólo hizo más auténtica la experiencia, sino también más segura, sin el acoso de vendedores y más cercana a su gente.

El punto de partida

Marruecos tiene muy buenas rutas que conectan las principales ciudades y todas las regiones, uno puede empezar por donde sea que arribe al país, nosotros llegamos vía Tánger, aunque lo más habitual suele ser comenzar en Casablanca o Marrakech.

Los paisajes son impresionantes y variados, desde montañas majestuosas y desiertos vastos hasta pintorescas playas cerca de Tánger. (Gentileza: Walter “Che Toba” De Boever)

Tánger es la “puerta de entrada a África” desde Europa, un ferry conecta a esta ciudad con Tarifa en España, atravesando el icónico Estrecho de Gibraltar.

Es una ciudad vibrante que combina su patrimonio multicultural con influencias de Europa y el mundo árabe. Su historia se remonta a la época fenicia y las principales atracciones incluyen la Kasbah de Tánger, la Cueva de Hércules y playas cercanas.

Desde Tánger a Chefchaouen

Esta localidad es famosa por su belleza y se la conoce como “la ciudad azul”. Se encuentra enclavada en las montañas del Rif y cuenta con una arquitectura única, repleta de pasadizos, escalinatas que invitan al turista a perderse en un espacio urbano casi irreal.

Chefchaouen cautiva con sus calles azules, encanto bohemio y atmósfera tranquila. La gente es acogedora, amable y vive orgullosa de su pueblo azul. (Gentileza: Walter “Che Toba” De Boever)

Entre los imperdibles destacan la Plaza Uta el-Hammam, la Mezquita Grande y el Palacio Ras Elma.

Fez

Segunda ciudad más grande de Marruecos y su centro histórico, la Medina de Fez, es Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Es conocida por sus escuelas coránicas y por ser el hogar de la universidad más antigua del mundo, la Universidad de Al Quaraouiyine. La ciudad también es famosa por su producción de cuero y su curtiduría Chouara, una atracción turística popular.

Otras atracciones incluyen el Palacio Real y el barrio judío de Mellah. La gastronomía local es muy variada y sabrosa, con platos como el tajine y los dulces.

Rabat y Casablanca

Ambas ciudades marroquíes llenas de historia y contrastes. En Rabat, visitamos la Torre Hassan y el Mausoleo de Mohammed V. También exploramos el casco antiguo y la Medina de Rabat.

Marruecos es un país mayoritariamente islámico. La mezquita de Hassan II, en Casablanca, no puede faltar en la ruta de viaje. (Gentileza: Walter “Che Toba” De Boever)

En Casablanca, la Mezquita Hassan II es impresionante, es la tercera mezquita más grande del mundo. Tiene una altura de 210 metros. Un lugar imprescindible para visitar en Casablanca y en cualquier viaje a Marruecos.

Marrakech

Una de las ciudades más bizarras y fascinantes de Marruecos. El centro neurálgico de la ciudad es la famosa plaza de Jemaa el-Fna, donde se pueden encontrar músicos, acróbatas, vendedores de comida y artistas callejeros de todo tipo, incluso encantadores de serpientes.

Marruecos es un tesoro de paisajes, historia y arquitectura única. Idioma, religión y costumbres de su gente, le confieren un aire enigmático, cautivador y hasta poético. (Gentileza: Walter “Che Toba” De Boever)

La Medina de Marrakech es otro lugar imprescindible para visitar, con sus estrechas callejuelas llenas de tiendas y artesanías. El Palacio de la Bahía y el Jardín Majorelle son otros lugares destacados, sin dejar de mencionar el Zoco en el que no es difícil perderse, es uno de los mercados más grandes y famosos del mundo después del de Estambul.

Rumbo al desierto de Ouarzazate

Partimos a la mañana desde la gran ciudad de Marrakech y tuvimos que subir hasta los 2.600 metros sobre el nivel del mar por el camino del Alto Atlas. El cordón montañoso más alto del país.

Ouarzazate es la puerta de entrada al Sahara. En su camino se encuentra la kasbah de Ait Ben Haddou. Aquí se filmaron famosas series y películas. (Gentileza: Walter “Che Toba” De Boever)

Este camino se conoce como la ruta de las Kasbah y es una de las más populares en Marruecos, hay varios lugares imprescindibles para visitar en ella. En primer lugar, la kasbah de Ait Ben Haddou, Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, una ciudad fortificada de adobe que ha sido escenario de numerosas películas y series de televisión como Ben-Hur o The Games of Throne.

Recomiendo una visita a la Kasbah de Telouat que es menos turística, pero muchísimo más auténtica, una excelente parada para conocer mejor las costumbres y el estilo de vida de las comunidades bereberes.

Glosario básico

Los bereberes son un grupo étnico originario del norte de África, que habita en diversas zonas de Marruecos, tienen su propia lengua, cultura y tradiciones, y han influido significativamente en la cultura marroquí actual.

Una kasbah es una estructura antigua fortificada hecha de adobe y arcilla. Fue diseñada como fortaleza para proteger a las comunidades locales de los ataques enemigos. A menudo contiene una mezquita, una fuente y un mercado. Hoy en día, muchas kasbahs fueron restauradas y se convirtieron en hoteles y atracciones turísticas populares.

El tajín se trata de un plato de la cocina tradicional, consiste en un guiso de carne, verduras y especias cocido lentamente en una olla de barro de forma cónica llamada Tajín.