La maravillosa Halkidiki, con la forma del tridente de Poseidón

Los bosques, de vegetación abundante, se adentran en el mar Egeo. Las puntas de Halkidiki tienen la forma del tridente de Poseidón, son uno de los encantos especiales de los tantos que tiene el mar en Grecia.

Allí, la luz del sol juega con las tonalidades brillantes sobre aguas turquesas, y unas costas extensas de arena.

En Halkidiki hay sitios arqueológicos griegos únicos, monumentos cristianos, maravillas naturales poco conocidas y obras maestras creadas por el hombre, patrimonio culinario y cultura, lo que dio identidad y diversidad a la región.

El mar, de tonalidad azul y verde, observa sobre la costa grandes hoteles, especialmente en Kassandra, la península más occidental. Puertos deportivos o modernas casas de huéspedes frente al mar, contrastan con los sitios arqueológicos como el Antiguo Olynthos y Stageira, el lugar de nacimiento de Aristóteles.

No es menos importante el Monte Athos: la península más oriental alberga un estado monástico cristiano ortodoxo único, inscripto en la Lista del Patrimonio Mundial de la Unesco, que es prueba viviente milenaria de la cultura bizantina, rodeada de naturaleza virgen. La curiosidad es que el monte Athos solamente acepta visitantes masculinos.

Montaña y mar

Halkidiki es un lugar ideal para los que aman las montañas de frondosa vegetación. Se pueden recorrer caminando, o en bicicleta entre los bosques de pinos, robles, abetos y castaños. Montaña y mar, una combinación perefecta.

También para quienes aman el mar, descansar frente a las aguas del mar Egeo es una de las propuestas preferidas en Halkidiki. Allí, no sólo se puede disfrutar del bravo mar, hacer buceo o esquí acuático, sino también aprovechar el viento para practicar windsurf o kitesurf. Kassandra y Sithonia, para anotar en la lista.