buscar

Lo que tenés que saber para recorrer el sur de Chile

El territorio es tan vasto y bello que hay que degustarlo de a poco. Hay varios circuitos posibles: el que va de Pucón a Puerto Varas vale para una primera incursión.

Dicen que quien visita el sur de Chile una vez volverá mil veces. Y parece ser verdad: tanta belleza y vastedad generan adicción y hay que degustarlas de a poco, con todos los sentidos. Puro placer en la inmensidad.

Cuando se decide conocer este destino, hay que planificarlo bien y por tramos: descubrirlo de a poco, con calma. Existen varios circuitos desde Pucón hasta la carretera Austral norte y sur en la Patagonia vecina y, también, la región de Magallanes. Son, al menos, cuatro viajes, cuatro paisajes, cuatro experiencias.

Un buen comienzo para la primera incursión es el lago Villarrica. La travesía en auto, partiendo de Santiago, se puede realizar en ocho días.

La primera parada es Pucón, a unos 800 kilómetros de la capital chilena, en la Región de la Araucanía. Es una ciudad encantadora a los pies del volcán Villarrica, en la precordillera andina, sobre la ribera sur del lago.

En Pucón es necesario quedarse al menos dos días para recorrer los atractivos naturales cercanos a esta pintoresca localidad de casas de madera y bares con olor a café y chocolate que miran siempre al volcán.

DATOS ÚTILES. Información útil para descubrir el sur de Chile.

Una vez allí, una opción es emprender camino hacia los Ojos de Caburgua, unos magníficos pozos naturales de agua azul que cambian de color según la posición del sol, en medio de la selva valdiviana. Están a sólo 14 kilómetros de Pucón.

El siguiente destino será las Termas Geométricas, con piscinas naturales enclavadas en una quebrada del Parque Nacional Villarrica. Se accede por pasarelas de madera en medio de una increíble vegetación.

Rumbo a Valdivia

A 150 kilómetros de Pucón está Valdivia, la capital de la Región de los Ríos, una ciudad fascinante a la que algunos llaman la “Venecia del sur” por la gran cantidad de canales que la cruzan. Allí confluyen los ríos Valdivia, Calle Calle, Cau Cau y Cruces, además de que limita al oeste con el océano Pacífico.

La ciudad se conoce a pie. Es recomendable hacer un paseo por el río Valdivia, tan ancho que se confunde con el mar, recorrer la costanera y comer ostiones o chupe de jaiva en los comedores del puerto.

EN CHILE LAS RUTAS ESTÁN EN EXCELENTES CONDICIONES, ILUMINADAS CON PANELES SOLARES Y CON CARTELES. LOS PARADORES EN EL CAMINO (Y SUS BAÑOS) SON UN LUJO.

Punto estratégico

A 200 kilómetros de Valdivia se llega a Puerto Varas, un punto estratégico, ideal para operar como base.

En el sur chileno, la naturaleza es tan potente que todo transcurre según el entorno. Llueve mucho durante todo el año y por eso los visitantes celebran los días con sol para apreciar los volcanes Osorno, Puntiagudo o Tronador, tres de los más de 2.500 que tiene Chile.

Desde allí se puede contratar un tour a los Saltos de Petrohue, en el Parque Nacional Vicente López Rosales, y al pueblo ecológico de Peulla, de unos 100 habitantes. Se llega navegando durante una hora y media por el lago Todos los Santos.

A los saltos se puede acceder en auto pero es recomendable la excursión, porque el camino es de ripio y hay que coordinar el horario con el barco que cruza el lago. El costo del tour es de 60 dólares.

Los Saltos de Petrohué son majestuosos y conmovedores. El agua de origen glaciar, de turquesas y verdes intensos, corre en cascadas entre la tierra milenaria moldeada por las erupciones de los volcanes. La gente se queda sin palabras y hasta se emociona con la magnitud del espectáculo.

Después de cruzar el lago Todos los Santos se accede a Peulla, un pequeño poblado escondido en la naturaleza. Muchos turistas llegan allí para realizar el cruce andino hasta Bariloche, a 100 kilómetros de distancia.