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Las playas de Florianópolis, para elegir

De norte a sur y de este a oeste, la isla convoca a los argentinos a ponerle ritmo brasilero a las vacaciones en alguna de sus 42 playas.

En la tierra de la samba, el "portuñol" y la caipirinha, Florianópolis, al sur de Brasil, se convierte en un imán para aquellos que desean vacacionar y conocer el abanico de las diversas propuestas que ofrecen sus 42 playas.

Ubicada al norte de la isla, Canasvieiras es la playa preferida por los jóvenes y las familias por sus aguas tranquilas. La arena que costea el mar se copa de sombrillas, carritos que ofrecen una gran variedad de tragos y vendedores ambulantes de vestidos veraniegos que cobran con posnet en el medio de la playa. Por las noches, en los bares se siente el olor a cachaxa, los músicos de baladas románticas entretienen a los comensales en restaurantes y al pasar por los boliches se escucha el ritmo del axé, el funk brasilero y una que otra lambada.

DATOS. Información útil para veranear en Florianópolis.

A sólo 13 kilómetros de Canasvieiras, el "Beverly Hills brasilero" deja boquiabiertos a los visitantes. Así llaman a Jureré Internacional por sus increíbles mansiones, la limpieza en sus calles y la arena blanca de sus playas. Sector tradicional de pescadores devenido en centro turístico de reconocimiento internacional, se posiciona como una de las playas más famosas y exclusivas, especial para deportes acuáticos como el jet ski y para paseos en motos de agua, lanchas y bananas inflables. No sólo el glamour y el lujo son los protagonistas aquí: Jureré tradicional es la otra cara de la playa, donde se encuentra el antiguo Fuerte de São José Da Ponta Grossa. Construido en 1740, protegía a la isla de invasiones extranjeras. Esta es una buena postal para los que desean conocer un pedazo de historia.

Robando la atención de surfistas y personas que realizan sandboard sobre dunas de arena blanca, Ingleses es una parada obligatoria. Mientras que, para los interesados en actividades náuticas, Playa Brava es ideal por su mar agitado y olas enormes. Además, en el Morro do Rapa es posible tener una visión privilegiada de esta última: desde el aire, en parapente.

Al este, Playa Mole, Joaquina y Lagoinha son también las elegidas por los jóvenes para realizar senderismo y surf. Se trata de los principales escenarios para competencias internacionales de este deporte, donde las olas rompen sobre los bancos de arena.

Para pasear en familia, Santo Antonio de Lisboa se convirtió en un importante polo cultural. Es uno de los primeros pueblos fundados al oeste de la isla, que encanta por su historia y su tradición azoriana. La playa se encuentra rodeada de restaurantes a lo largo de la costanera, que destacan por la excelente calidad de sus ostras y mariscos. Al mismo tiempo, artesanos y creativos ofrecen hermosas piezas en cestería y cerámica para llevar de recuerdo.

Llegando al sur, la isla de Campeche es la estrella de la temporada. Reserva ecológica y arqueológica, se accede a este enclave paradisíaco través de coloridos barcos pesqueros. Sus aguas transparentes repletas de peces y corales son imperdibles. Además, el paisaje permite realizar trillas -caminatas con guías que recorren la isla hasta llegar a antiguas pinturas rupestres-, resaltando la importancia de la preservación del entorno natural.