La Laguna Azul en Islandia

Este balneario geotermal, situado al sur de ese país, se posiciona como una de las atracciones más visitadas. El agua surge de una formación de lava, por lo que es rica en sílice y azufre, dos minerales que se encargan de darle ese color tan distintivo.

Muchos de los viajeros que visitan el lugar para sumergirse en sus aguas curativas (ya que dicen que ayudan a tratar enfermedades de la piel) no saben que es, en realidad, un lago artificial. El agua proviene de la central geotérmica Svartsengi, ubicada a 200 metros de profundidad bajo tierra, a una temperatura de 240 grados. La laguna es el resultado de un mal drenaje; un error que dio origen a un sitio maravilloso.

Para poder ingresar hay que pagar una entrada, que varía según la estación y el tipo de paquete que al visitante le interese. Por ejemplo, la entrada estándar durante el invierno, que incluye una máscara de barro, ronda los 50 dólares; mientras que la entrada más completa, la de lujo -que incluye una máscara de barro, toallas, bebida, máscara de algas, uso del guardarropas, pantuflas, reserva en el restaurante, entrada al salón VIP y un kit de productos de spa-, ronda los 250 dólares.