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José Ignacio, el destino cool de la costa uruguaya

Una escapada que incluye playas de arena blanca para pasar el día, destacada gastronomía en sus restaurantes y paradores de verano, y hoteles boutique de lujo.

Saliendo de Punta de Este por la ruta nacional 10, a través de un camino casi recto en paralelo a la costa atlántica que nos guía por distintos balnearios del departamento de Maldonado, llegamos tras recorrer 40 kilómetros a José Ignacio. Sobre una pequeña península de dos kilómetros de largo y 800 metros de ancho, bañada por las aguas azules del océano, se asienta este típico pueblo uruguayo de pescadores cuya población local apenas alcanza los 300 habitantes. Pero, en verano, el panorama es diferente.

DATOS ÚTILES. Información útil para disfrutar del sol en José Ignacio

Por esas cosas del marketing inmobiliario, desde hace muchos años José Ignacio se convirtió en el sitio cool elegido por varias figuras del espectáculo argentino y por millonarios del mundo para comprar tierra y construir en los alrededores sus fastuosas casas de descanso y veraneo (el metro cuadrado de cada lote cuesta aproximadamente 180 mil pesos). Con el tiempo, el nuevo vecindario glamoroso le fue otorgando a José Ignacio ese clima de exclusividad que lo convirtió en el destino más top de la costa uruguaya, demandado por turistas con alto poder adquisitivo que llegan dispuestos a caminar por sus playas y transitar sus callecitas con pintorescas casas.

El paisaje costero de José Ignacio se encuentra dominado por el faro homónimo, todo un símbolo del lugar. Hacia el oeste se localiza la playa mansa, ideal para disfrutar de bellos atardeceres; y hacia el este encontramos la playa brava, algo más ancha y con imponentes olas buscadas por los amantes del surf.

La gastronomía aquí se convirtió en plato fuerte con el sello de reconocidos chefs como Martín Pittaluga, Fernando Trocca, Jean Paul Bondoux y Martín Baquero. En sus restaurantes y paradores, reciben a viajeros sibaritas que cada temporada llegan dispuestos a disfrutar de recetas que aprovechan la materia prima fresca que del mar pasa directo a los fuegos.

Hoteles con reconocimiento

La escasa oferta de alojamiento que tiene José Ignacio convierte a este pueblo de playa en el sitio ideal para escaparse durante el día y disfrutar del sol, el mar y las destacadas propuestas gastronómicas que tientan a cualquier paladar.

Quienes cuentan con un presupuesto más acomodado tienen la posibilidad de optar por alguno de sus exclusivos hoteles boutique, que combinan elementos esenciales para garantizar una experiencia única: lujo y diseño respetando el entorno y la belleza del paisaje.

Ejemplo de ello son los complejos hoteleros Vik, creados por el empresario multimillonario noruego Alexander Vik. Son tres hoteles con estilos bien diferentes pensados para un selecto segmento de huéspedes. Playa Vik, uno de ellos, fue construido sobre un terreno que regala una panorámica del mar desde lo alto, en el que sobresale un edificio central de arquitectura moderna que combina materiales como titanio en sus paredes, bronce en aberturas, y una decoración con destacadas piezas de artistas uruguayos e internacionales. La piscina atrapa con su vista fabulosa y luces que se encienden al caer el sol y se distribuyen en el fondo a modo de constelaciones. El segundo de la lista es Bahía Vik, que ofrece contacto directo con la playa mansa, con habitaciones en formato de bungalows instaladas a metros del mar. Este año, ambos hoteles fueron calificados por la prestigiosa revista de turismo de lujo Condé Nast Traveller entre los tres mejores resorts del mundo y principales de Latinoamérica.

Completa este trío de lujo Estancia Vik, una magnífica casa de campo de estilo colonial en medio de un predio de 1.400 hectáreas dominadas por aguadas, la laguna y el arroyo José Ignacio. Aquí, la estadía permite vivir una experiencia diferente en contacto directo con la pampa uruguaya a pocos kilómetros del mar, realizando cabalgatas o con actividades en su granja y huerta ecológica.