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Iquique y Punta Arenas: los otros lugares para hacer compras en Chile

Tienen zonas francas donde los productos se venden libres de impuestos. Además, estas ciudades invitan a descubrir los paisajes más lindos del otro lado de la cordillera.

Según el Servicio Nacional de Turismo de Chile, de los 5.640.000 extranjeros que llegaron al país vecino durante el 2016, unos 2.900.000 fueron argentinos. Esta cifra fue casi alcanzada en el primer semestre de este año, cuando 1.900.000 visitantes cruzaron la cordillera.

El explosivo incremento de turistas argentinos se debe al tipo de cambio que desde hace varios años abarata, principalmente, las compras de muchos productos que en Argentina se duplican y hasta triplican, según el rubro. Televisores, celulares, ropa y calzado son los artículos de mayor demanda.

Ir a Chile en plan de compras es para muchos un buen programa de escapada para un fin de semana, teniendo en cuenta el escaso tiempo que demora el vuelo hasta la ciudad de Santiago y las tentadoras tarifas que ofrecen tanto Aerolíneas Argentinas y Latam como la low cost Sky.

El auge por las compras en el país vecino es un fenómeno que se da en todo el territorio, donde se pueden encontrar productos muy baratos provenientes de países con los que existen tratados de libre comercio. Pero en las denominadas zonas francas es mucho más económico comprar, porque los productos que allí se adquieren son comercializados sin impuestos aduaneros ni tributarios.

Chile posee dos ciudades con zona franca, Iquique al norte y Punta Arenas al sur, destinos que además de shoppings ofrecen imponentes paisajes del otro lado de los Andes.

DATOS. Información útil para comprar en Iquique y Punta Arenas.

Bolsas llenas y un poco de mar

Ubicado en la región de Tarapacá, Iquique es el destino para compras que más turistas recibe el norte chileno. El atractivo está en su zona franca, un centro comercial de 240 hectáreas donde se consiguen productos y marcas de diversas partes del mundo que se venden exentas de derechos arancelarios e impuestos; como los perfumes importados, que aquí no son agravados como artículos de lujo.

En este inmenso mall, conocido como Zofri, las compras realizadas por los residentes están liberadas totalmente de impuestos, mientras que las efectuadas por los turistas son beneficiarias de estas franquicias impositivas hasta el límite de 1.375 dólares por persona, siempre que formen parte del equipaje del viajero. Este centro comercial cuenta además con un área especial para venta de repuestos y accesorios de vehículos, al que llaman “Zofripart”.

Aunque Iquique es sinónimo de compras, la ciudad acariciada por el Pacífico cuenta con una de las mejores playas de Chile, con un mar de aguas cristalinas, no tan frías y casi sin olas, ideal para nadar como en una pileta. Cavancha es la única playa habilitada del lugar, una especie de “mini Caribe” entre palmeras y edificios.

El casco histórico es otro interesante paseo, con sus casonas de estilo victoriano construidas en madera, testimonio de opulencia de la época de explotación del salitre.

Además, en la peatonal Baquedano se encuentran las mejores opciones a la hora de comer, con restaurantes que ofrecen platos a base de pescados y mariscos, muchos de ellos influenciados por la gastronomía peruana. El helado de mango es una de las especialidades dulces con sello iquiqueño, y tiene su templo en el conocido local El Rey del Helado de Mango, que también ofrece otras tentaciones como el helado de guayaba.

Lo mejor de la Patagonia chilena 

En el extremo austral del país, en la región de Magallanes, se ubica la pintoresca ciudad de Punta Arenas, otro de los destinos para el turismo de compras que cuenta con zona franca. Se trata del centro comercial ZonAustral, un predio de 14 mil metros cuadrados con más de cien tiendas de diversos rubros.

A diferencia de Iquique, donde se consiguen desde automóviles hasta baratijas como cotillón de cumpleaños, la zona franca de Punta Arenas se dirige a un cliente más exigente y selectivo, que busca productos de buenas marcas en rubros específicos como cámaras fotográficas, audio, computación, licores e indumentaria y calzado para la nieve, entre otros.

Pero no sólo la compra de artículos a buen precio justifica recorrer semejante distancia para llegar a Punta Arenas: allí también se pueden conocer los paisajes más bellos de la Patagonia chilena.

La infraestructura urbana se caracteriza por casas pintorescas e imponentes; muchas de ellas, antiguas residencias de empresarios dedicados a la industria de la lana ovina. La Plaza de Armas representa la visita obligada en el centro de la ciudad. Allí, adornando el monumento a Magallanes, la figura del indio patagón sentado con el pie descalzo hace cumplir la tradición de que todo aquel que lo visita debe besar su dedo pulgar para asegurar su regreso a la ciudad.

A 250 kilómetros de Punta Arenas se encuentra Puerto Natales, un pueblo instalado en medio de una geografía irregular formada por fiordos que encierran mares interiores y glaciares que se encuentran con el océano. Puerto Natales es la puerta de ingreso al Parque Nacional Torres del Paine, donde se destacan las formaciones rocosas homónimas, consideradas una de las maravillas naturales del planeta.

Para los amantes de la buena mesa, la gastronomía de Punta Arenas también es un motivo que justifica llegar hasta aquí. Centolla, merluza austral y cordero magallánico son los principales productos que se lucen en las cartas de hoteles y restaurantes.