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Información útil para visitar Montevideo

La capital de Uruguay te espera para pasar unos buenos momentos.

CÓMO LLEGAR: Buquebús va todos los días de Buenos Aires a Montevideo. Pasajes desde $ 4.500, según fecha y disponibilidad.

PARA CONOCER. Montevideo, entre el art déco, la rambla y los mercados.

CÓMO MOVERSE: se pueden alquilar bicicletas por $ 370 (de 9 a 19) y por $ 500 (de 9 a 21). Más datos en bikinguruguay.com, biketoursuruguay.com y orangebike.com.uy.

Otra opción es el bus turístico, con horarios y paradas fijas y sistema hop on-hop off. Precio: $ 900.

PASEOS: Art Déco Tours ofrece un tour art déco de tres horas a $ 1.600 y un tour de dos horas por la Ciudad Vieja a $ 1.000. En la app artdecomvd.uy hay un listado de construcciones de ese estilo y un mapa interactivo, y se puede usar sin conexión.

En tanto, el Palacio Salvo abre de lunes a domingo de 10.30 a 16.30. Entrada: $ 300. También hay visitas nocturnas los miércoles a las 20, con reserva previa. Entrada: $ 450. Contacto: mananaenelsalvo@gmail.com.

¿Tanguerías recomendadas? El Milongón, Milonga Vieja Viola, Joven Tango y Bar Fun Fun.

ALOJAMIENTO: Hyatt Centric, frente a la playa de Pocitos y con tres opciones gastronómicas: cocina de autor en Plantado, tragos en Modern bar y café en el Deli. Tarifa estándar: desde 120 dólares.

GASTRONOMÍA: en Fellini hay pizzas desde $ 600, risotto desde $ 550 y pastas caseras desde $ 620. En Francis, un ceviche de pescado blanco y mariscos cuesta $ 860 y rabas con salsa tártara, $ 570. En Jacinto se sugiere probar solomillo de cerdo con puré de coliflor, salsa de remolacha y chips de ajo, por $ 800.

MÁS DATOS: turismo.gub.uy y descubrimontevideo.uy.

Ideas

Más atractivos

Para sumar.

El “gemelo” del Barolo.

Monumento Histórico Nacional desde 1996, el Palacio Salvo es considerado el “hermano” del Barolo porteño. Está frente a la plaza Independencia, tiene 95 metros y 27 pisos, y fue la segunda torre más alta de Sudamérica entre 1928 y 1935. Todos los días se organizan visitas guiadas, en las que se cuentan mitos y leyendas del edificio.

La Vieja Telita.

Esta pequeña casa colonial en Ciudad Vieja es un museo histórico-familiar. Gabriel Monteverde, su dueño, es músico y escultor. El lugar –donde habría vivido Artigas– era un almacén que se transformó casualmente en reducto bohemio. Monteverde afirma que por ahí pasaron Mercedes Sosa, Julio Sosa y “el Polaco” Goyeneche.

Salir a comer.

La parrilla, el chivito y la pizza por metro son clásicos de la capital uruguaya, igual que el medio y medio, un vino de corte producido a partir de la mezcla de vino espumoso dulce y vino blanco seco. En el Mercado del Puerto hay que probar la pamplona, una lonja fina de pollo, lomo de vaca o cerdo rellena con pimientos, mozzarella, jamón cocido y aceitunas, enrollada a la parrilla.

Carnaval toda la vida.

Frente al puerto está el Museo del Carnaval. “Nuestro Carnaval es muy fácil para nosotros, pero difícil de explicar para la gente de afuera”, apunta Juan Castel, del centro de documentación e investigación del museo. El lugar tiene pantallas táctiles e interactivas que ayudan a comprender las categorías y los personajes típicos de la fiesta más grande de Uruguay.

El MAM.

El antiguo mercado de frutas y verduras, que abastecía al pequeño comerciante, fue reciclado en un paseo de compras. Conserva el techo y los adoquines originales, que fueron cuidadosamente restaurados. Su oferta va de frutas, verduras, carnes, pescados y frutos de mar a locales de productos naturales, florerías, regalarías y artesanías.