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Información útil para visitar Cusco

Un paseo por distintos lugares de gran belleza.

CÓMO LLEGAR: a Cusco en avión, desde Córdoba y con escalas, hay pasajes desde 380 dólares.

LUGARES DIVINOS. Perú impostergable: cuatro días tras la huella inca.

CÓMO MOVERSE: si hay poco tiempo, contratar excursiones permite aprovecharlo mejor, pero de todos modos hay transportes entre los distintos pueblos y es una forma de acercarse más a la realidad de cada lugar. Los trenes a Machu Picchu, están a cargo de PeruRail y hay varias categorías: Vistadome, Expedition, Sacred Valley e Hiram Bingham (de lujo).

ALOJAMIENTO: en Cusco y el Valle Sagrado hay opciones de todo tipo, desde hoteles sencillos a 50 dólares la noche la habitación doble, hasta los de lujo -con spa y vistas panorámicas- que rondan los 450 dólares por jornada.

GASTRONOMÍA: la cocina peruana está en auge y Cusco -así como los pueblos del Valle Sagrado- es un buen lugar para probarla en su vertiente andina. Aquí es común el consumo de cuy (cobayo), así como la carne de llama y alpaca. La chicha morada es un clásico, al igual que el uso del choclo, las papas a la huancaína, los ajíes, la quinoa y la yuca. Aquí y allá le ofrecerán verduras guisadas y verá cómo se seca la cecina -carne deshidratada-. A la hora del postre no faltan los dulces con maíz y leche.

MÁS DATOS: peru.travel.

Tips

Imperdibles

Para tener en cuenta.

Anticípese. Por cuestiones de preservación, los pases a Machu Picchu + Huayna Picchu -la gran montaña que se alza detrás de la ciudadela- se reservan con meses de anticipación. Es lo primero que hay que hacer al planificar el viaje: a continuación, se reservan los pasajes de tren y finalmente  los tramos internacionales.

La mejor época. A cada cual su preferida. La temporada alta es de mayo a agosto, cuando hay menos lluvias y Machu Picchu resplandece de verdes bajo un cielo azul. Pero en temporada húmeda tiene una magia particular gracias a la imagen de la montaña que surge entre las neblinas matinales, y por eso es la época favorita de muchos viajeros.

La altura. Antes de lanzarse a la aventura a toda prisa, conviene aclimatarse. Cusco, que suele ser la base del viaje, está a 3.400 metros de altura y son pocos los que no acusan recibo de la altura. Nada que no pueda solucionarse con un día tranquilo y un poco de mate de coca: así se estará listo para iniciar el viaje a Machu Picchu, que está a unos 2.400 metros y por lo tanto es más accesible.

Vestirse para la ocasión. Conocer el Valle Sagrado y Cusco -más aún si se piensa subir al Huayna Picchu o realizar los varios días de trekking del Camino del Inca- implica contar con buen equipamiento para caminar por la montaña. Sobre todo el calzado y, si es posible, vestimenta técnica en capas para adaptarse a las diferentes temperaturas a lo largo del día.

Experimentación agrícola. A unos 40 kilómetros de Cusco, vale la pena visitar los restos arqueológicos de Moray. Según se cree, fue un centro de investigación agrícola en el que los incas experimentaban el resultado de los cultivos a diversas alturas. Hoy impacta la imagen de sus andenes concéntricos circulares dibujados sobre el valle.