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Información útil para sorprenderse en el Salar de Uyuni

Un lugar mágico, datos e ideas para conocer el Salar de Uyuni. 

CÓMO LLEGAR: En auto, desde Córdoba, son casi 1.500 kilómetros por la ruta nacional 9, cruzando Catamarca, Tucumán, Salta y Jujuy. Paso fronterizo La Quiaca-Villazón y luego, ruta 14 y 21. Costo estimado en nafta: 3.500 pesos.

El vuelo a La Paz cuesta desde 8.800 pesos. Para ir al salar, se puede viajar en colectivo hasta Oruro. Desde allí se toma el tren de la empresa Ferroviaria Andina, que son siete horas más. Los precios van desde los 300 pesos en clase ejecutiva a los 150 pesos en turista (fca.com.bo).

DESIERTO. Salar de Uyuni, el desierto blanco de Bolivia.

PASEOS: El tour de un día en 4x4 al gran salar, a la isla del Pescado y al volcán Thunupa, con almuerzo incluido, a partir de 500 pesos. La opción de tres días, que incluye otros paisajes, desde 1.200 pesos.

ALOJAMIENTO: Palacio de Sal, a 45 minutos de la estación Uyuni y a 10 de Colchani, desde 2.400 pesos. Hotel Luna Salada, desde 3.000 pesos. Otras opciones, desde 750 pesos.

GASTRONOMÍA: En Uyuni: Sal Negra brinda una amplia oferta de platos, precios moderados y algunas especialidades locales. La Locomotora prepara platos internacionales y algunos tradicionales andinos, como bife de llama con ensalada de quínoa, desde 150 pesos. Donna Isabella ofrece buenas pizzas hechas a base de harina de quínoa, desde 130 pesos.

MÁS DATOS: Entre los meses de diciembre y marzo las temperaturas son más cálidas y es época de lluvias. Entre junio y noviembre se extiende la época seca, con bajas temperaturas. boliviaturismo.com.bo.

Ideas imperdibles

Para completar la experiencia.

El gigante, cultivos y aves. El volcán Thunupa, de 5.432 metros, está en una de las orillas del salar. A sus pies descansan varios pueblitos casi abandonados que cultivan papa y quínoa en las laderas, por las que suben y bajan cercos de pircas en una especie de patchwork de cuadrados irregulares. Más allá, los flamencos, en sus variedades James, Andino y Austral, hunden las patas en el barro en busca de alimento.

Entre el volcán y el salar. En uno de los pueblitos, Coqueza, se puede visitar el Museo de las Momias: una tumba en una pequeña cueva. Para acceder, hay que transitar unos metros en camioneta y luego caminar por un sendero hasta llegar al borde de un cañón, desde donde se divisa el cementerio de la comunidad aimara. La cueva está a escasos metros y guarda cinco momias del año 700.

Hierros muertos. El punto final del tour es en el que supo ser un importante nudo logístico ferroviario y en la actualidad sólo aspira a ser un museo al aire libre. En el cementerio de trenes se encuentran los restos más importantes de la máquina del ferrocarril, que datan del año 1890. Sobre la locomotora y los vagones yacen diversos grafitis. Pero uno invita a reflexionar: "Así es la vida".

Centro de procesamiento. A 25 km de Uyuni, en el pequeño poblado de Colchani –que vive de la agricultura y la cría de llamas–, también conviven muchos trabajadores del salar que elaboran la sal yodada. En un pequeño mercado al aire libre, las mujeres cargan a sus bebés en coloridas mantas de aguayo y venden artesanías hechas, por supuesto, del mineral que rodea.

Sueños salados. La experiencia salina se completa en el hotel Palacio de Sal, en Colchani. Seleccionado como uno de los hoteles más insólitos en varios rankings, es el sucesor del hotel Playa Blanca, que fue el primero en el mundo de esta especie. En equilibrio con la naturaleza, fue construido íntegramente a base de sal: paredes, pisos, techos y mobiliario.