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Información útil para disfrutar Salento

El colorido pueblo te invita a conocer todos sus atractivos.

CÓMO LLEGAR: aéreo Córdoba-Medellín ida y vuelta, aproximadamente 20 mil pesos en enero. Desde Medellín se toma un bus directo (Flota Magdalena es una opción) hasta Salento por unos 300 pesos. Lo más fácil es ir hasta Pereira y de allí a Salento.

CONOCÉ UN POCO MÁS. Colombia entre casas de colores y palmeras eternas.

PASEOS: para ir al Valle de Cocora hay que tomar un jeep por 18 pesos. El recorrido puede durar entre cinco y siete horas. Si ingresa a la Reserva Natural Acaime, le cobrarán otros 18 pesos. Otra opción es ir a Finlandia, un pueblo similar a Salento pero más autóctono.

ALOJAMIENTO: Beta Hotel, 674 pesos por persona. La oferta es amplia. Hay hostels con habitación compartida y matrimonial desde 165 pesos por noche. Además hay fincas, camping y posadas.

GASTRONOMÍA: la bandeja paisa, uno de los platos típicos –compuesta por arroz, frijol, carne, plátano frito y huevo, acompañado con arepa–, es lo que hay probar.

Para agendar: Otros atractivos

Cultura y naturaleza.

La puerta a un coloso. Desde Salento llegan viajeros y especialistas en montañismo para trepar el Parque Natural de los Nevados. Sus ecosistemas principales fluctúan entre páramo, bosques andinos y glaciar. Muchos apuestan al avistaje del gavilán, el cóndor andino. Sin experiencia se recomienda ir con guías especializados.

El mirador. Hay dos opciones para llegar. Una es subiendo los 253 escalones emulando el Vía Crucis que conduce hasta la cruz, y aprovechar algunas paradas para descansar y observar escenas del camino de Jesús hacia el calvario. La otra posibilidad es trepar en auto. Desde arriba se ve el pueblo a la perfección.

Los bares, marca registrada. El bar Danubio es de los más autóctonos y no ha perdido su espíritu cafetero. Adentro hay mesas de villar y pool y está ambientado con láminas de tango y música del género. Tomarse una cerveza entre los lugareños es adentrarse en su cultura. También está la fonda Adonde mi Apá, un reducto bohemio con miles de vinilos coleccionados.

Aldea de los artesanos. Alejado del pueblo hay un conjunto de departamentos coloridos habitados por artesanos de la zona. Puede realizarse un recorrido y dar con sus trabajos en madera, objetos reciclados y metales. Muchos de ellos viven con huertas propias y en comunidad. En época de Semana Santa los turistas colman este espacio.

El Río de la Paz. Este afluente es el más importante del departamento Quindío. Tiene una extensión de 69 kilómetros. Muchos se tientan y lo recorren por sus márgenes y otros se animan al chapuzón pese a su temperatura algo fría. Su agua es potable y cristalina, y pasar el día allí es relax garantizado.