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Impactante: un antiguo palacio enclavado en una roca

Situado en Sri Lanka, fue reconocido por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad.

En la cima de una roca gigante en Sri Lanka se encuentra un antiguo conjunto palaciego que data del siglo V. Bautizado con el nombre de Sigiriya, es para muchos la octava maravilla del mundo.

Llegar a este sitio, reconocido por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad desde 1982, no es nada fácil: hay que subir varias escaleras empinadas que no son aptas para los vertiginosos. Pero el esfuerzo vale la pena, ya que en el camino se pueden ver frescos de la época y enormes patas de león talladas en la roca. Al llegar a la cima, esperan las ruinas del palacio y un hermoso paisaje compuesto por fosos cubiertos de nenúfares, jardines acuáticos y santuarios de cuevas.

PARA CONOCER. Sri Lanka, la isla de los mil nombres.

Peleas por el trono

En el antiguo registro histórico de Sri Lanka, se cuenta que el rey Kasyapa mató cruelmente a su padre para poder quedarse con el trono, que en realidad le correspondía a su hermano mayor, Mogallana. Debido a múltiples intentos de asesinato, Mogallana se vio obligado a huir, prometiendo que un día volvería por el trono que le correspondía. Sabiendo que su hermano regresaría por venganza, Kasyapa construyó su palacio en la cima de la montaña, como una fortaleza.

Pero no le sirvió de mucho: cuando su hermano volvió, todo su ejército lo abandonó y decidió suicidarse.

Cómo llegar

La manera más fácil de acceder a este sitio es tomando un colectivo desde la carretera de Dambulla-Habarana. Hay que bajar en el cruce en hacia Lion Rock, que se encuentra a aproximadamente un kilómetro de Sigiriya. Ese trayecto se hace caminando.