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Ilhabela, una joyita brasileña con más de 40 playas y 400 cascadas

Ilhabela tiene 150 kilómetros de costa con playas para todos los gustos. (123RF)
Ilhabela tiene 150 kilómetros de costa con playas para todos los gustos. (123RF)

Ubicada a unos 210 kilómetros de distancia de San Pablo, es la isla marítima más grande de Brasil.

No se habla lo suficiente de Ilhabela, el archipiélago ubicado en el litoral norte del estado de San Pablo que reúne playas con infraestructura y vírgenes, cascadas alucinantes, senderos en medio del bosque tropical y vestigios de arquitectura colonial.

Situada a 210 kilómetros de la ciudad de San Pablo, cuenta con aproximadamente 150 kilómetros de costa en los que se distribuyen sus más de 40 playas, que se dividen entre las del sur, las del centro, las del norte y las del este.

Por zonas

Las playas del sur son muy concurridas. Agendá Praia do Bonete, que figura entre las más lindas de Brasil; Praia do Curral, muy elegida por los jóvenes, y Praia da Ilha das Cabras, para hacer esnórquel.

Las del centro, en tanto, son la de más fácil acceso y las que están más cerca de los restaurantes y alojamientos. También ofrecen varios deportes náuticos como kitesurf y stand up paddle. ¿Algunas recomendadas? Praia do Pereque y Saco da Capela. En esta zona no podés dejar de visitar la Vila, que es el centro histórico de Ilhabela, con sus edificios coloniales.

Las playas del norte son más reducidas y tranquilas, y tienen aguas claras perfectas para los amantes del esnórquel. Aquí se destacan, entre otras, Praia do Fome, Ponta da Azeda, Praia do Armacao y Praia da Siriuba, esta última con más infraestructura.

Finalmente, el este concentra las playas más salvajes de Ilhabela. Son las mejor preservadas de la región, ya que sólo se puede acceder tras caminatas de varios kilómetros o por agua. La más famosa es Praia do Castelhanos, con forma de corazón. Praia da Serraria y Praia do Guanxuma son otras opciones agrestes para visitar en los alrededores.

Las cascadas

Los más aventureros pueden disfrutar, además de la playas, de las casi 400 cascadas que tiene el archipiélago. Una de las imperdibles es Cachoeira do Gato, de 50 metros de altura, a la que se accede desde un sendero de cuatro kilómetros desde Praia do Castelhanos.

Los que prefieran una cascada de acceso simple pueden elegir Treis Trombos, ya que el camino en auto termina a sólo unos metros. Otra alternativa es Toca, que se encuentra dentro de una propiedad privada y tiene un tobogán natural de unos 50 metros.

También podés agendar Paqueta, Agua Branca, do Veloso y da Laje, todas muy recomendadas por los viajeros.

Cómo llegar

Desde Argentina hay que volar a San Pablo y desde allí se puede ir en colectivo hasta Sao Sebastiao, la ciudad de la que parten las balsas que cruzan a la isla.