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Hamburgo: tierra de ricos mercaderes, navíos y luces de neón

Bañada por las aguas del Elba, la segunda ciudad más grande de Alemania ofrece desde edificios de avanzada como la Filarmónica hasta barrios bohemios, puertos, espacios verdes y más.

Aunque en nuestro país no esté especialmente publicitada, Hamburgo, la segunda ciudad más grande de Alemania, es considerada por muchos europeos como la más bonita del país.

Su pertenencia a la Liga Hanseática –un convenio comercial y defensivo entre ciertos puertos nórdicos– la convirtió durante siglos en una de las ciudades más prósperas de Europa septentrional. Sus muelles fueron el escenario de aquella gloriosa ruta mercantil que unió al mar Báltico con el Mar del Norte.

Imaginar cómo lucía en el pasado resulta un tanto complicado, dado que fue destruida y reconstruida en numerosas oportunidades y por diferentes motivos. Quizás los mayores desastres fueron el denominado Gran Incendio, allá por el año 1842, y el famoso bombardeo de los Aliados a finales del ’43 que, implementando el ataque aéreo más brutal de la historia hasta entonces, dejó decenas de miles de muertos y a la ciudad prácticamente bajo cenizas.

DATOS ÚTILES. Información útil para visitar Hamburgo.

Paradójicamente, fueron esos mismos desastres los que convirtieron luego a Hamburgo en el experimento arquitectónico perfectamente logrado que hoy tantos admiran. Infinidad de canales atraviesan la ciudad como calles, conectados por más de 2.400 puentes –sí, más que en Venecia– y avivados por construcciones de ladrillos color rojizo.

No es curioso que una de las ciudades con mejor calidad de vida de Alemania, enriquecida por el mercado marítimo y mestizada por la llegada de inmigrantes, sea un oasis para la vanguardia arquitectónica y cultural. Cada año, miles de viajeros se acercan a conocer las originales calles de Hamburgo y a disfrutar de la inacabable cartelera de festivales y exposiciones artísticas que tienen lugar allí. Y seguramente también se toman una noche para pasear por el Barrio Rojo.

La famosa vía Reeperbahn, ubicada en el distrito de St. Pauli, es el epicentro de la noche de Hamburgo, donde infinidad de pubs, discotecas, sex shops y burdeles se visten con luces de neón. Tanto turistas como locales saltan de bar en bar desde la caída del sol hasta el amanecer. Este es, definitivamente, el histórico barrio del desahogo y de los placeres.

Para los amantes de los Beatles, la calle lateral de Grosse Freiheit es un paso obligado. Allí, la banda más popular de los años ’60 fue acogida en su debut, cuando no era más que un grupo de jóvenes tratando de insertarse en el por entonces desenfrenado camino de la música. Su nombre significa “gran libertad” y, como cabe esperar, le rinde honor en cada centímetro.

De todos modos, las opciones en materia de diversión y entretenimiento son más variadas de lo que hasta aquí parece y logran absorber a todo tipo de públicos y bolsillos. Además de noches largas e intensas, se puede optar por algo más tranquilo en espacios alternativos como clubes de jazz, blues y música experimental, así como también por conciertos en vivo en la monumental Filarmónica de Elba, templo de la música e ícono de la ciudad.

Ahora bien, para aquellos que también disfrutan de los paseos diurnos, hay una buena noticia: Hamburgo, además de ser una ciudad joven y noctámbula, cuenta con muchas cosas para hacer durante el día. Entre las más destacadas se encuentran visitar el edificio del Ayuntamiento, caminar por el puerto, sentarse a probar allí los exquisitos sándwiches de salmón fresco con un escenario vivo de barcos entrando y saliendo de la ciudad, y visitar el Museo de Bellas Artes, el Museo Náutico y la Iglesia de St. Michaelis.

Otras opciones son dar un paseo en bicicleta por el inmenso parque Jenisch, uno de los tantos espacios verdes que oxigenan la ciudad, y sorprenderse en el Miniatur Wunderland, un universo en miniatura que atrae cada año a más de un millón de personas a sus puertas. Para finalizar, la actividad más importante de todas: perderse en Speicherstadt o ciudad de las especias. Se trata del barrio de almacenes más grande del mundo, ubicado a un lado del muelle y repleto de pintorescas bodegas y barracones.