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Esta ciudad es una de las joyas ocultas de Italia

Playas de arena blanca, aguas turquesas y un pintoresco casco histórico conviven en este destino del sur italiano.

Cerca de la “punta de la bota” de Italia se encuentra Tropea, un hermoso municipio perteneciente a Calabria. Se trata de un paraíso poco conocido, bañado por las aguas turquesas del mar Tirreno, con playas escondidas y acantilados de piedra únicos.

Apodada “la perla” por su inigualable belleza, es poco visitada por turistas, lo que la convierte en un destino más atractivo aún. Eso sí: si el viajero no está atento, lo más probable es que “no encuentre” las playas, ya que sólo tres calles y cinco escalinatas son las que desembocan en sus famosas arenas blancas.

Raíces

La historia de Tropea comienza en la época romana cuando, a lo largo de su costa, Sextus Pompey derrotó a Octavio. Y, según la leyenda, fue Hércules quien, volviendo de España, se paró en la Costa de los Dioses e hizo de Tropea uno de sus puertos.

Por otro lado, debido a su peculiar forma de terraza hacia el mar, la ciudad desempeñó un papel importante durante los períodos romano, normando y aragonés; y en las áreas circundantes se han encontrado tumbas que datan de la Magna Grecia.

Más allá del mar

En verano, Tropea vive la noche ofreciendo una amplia variedad de pubs, cafés, restaurantes, negocios de artesanías y discotecas. La calle principal, Vittorio Emanuele, se llena de gente que busca pasarla bien.

Durante el día se es imperdible recorrer las callecitas del casco histórico, cargadas de arte, y visitar la pintoresca Iglesia de Santa María, que se encuentra sobre una pequeña montaña de piedra sobre la playa. Detrás del templo aparece un hermoso jardín, y desde allí es posible ir hasta unas terrazas sobre el mar para disfrutar el atardecer.

Sin dudas, una ciudad perfecta para recorrer a pie y enamorarse de cada uno de sus detalles.