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En la isla mágica

Castro, con sus tradicionales casas construidas sobre palafitos.
Castro, con sus tradicionales casas construidas sobre palafitos.

A 60 kilómetros al sur de Puerto Montt, por la ruta 5 o Panamericana, se llega a la localidad de Pargua. Ese es el punto de partida de los transbordadores que en 40 minutos cruzan el canal de Chacao para llegar a la ciudad del mismo nombre.

A 60 kilómetros al sur de Puerto Montt, por la ruta 5 o Panamericana, se llega a la localidad de Pargua. Ese es el punto de partida de los transbordadores que en 40 minutos cruzan el canal de Chacao para llegar a la ciudad del mismo nombre.

Está anunciada la construcción de un puente de 2,5 kilómetros para unir el continente con el archipiélago de Chiloé, proyecto que genera algunas resistencias.

Chiloé, provincia compuesta por la isla Grande y otras 40 más pequeñas, fue fundada en 1567. La imagen urbana más emblemática son las viviendas de madera recubiertas de tejas también de madera con forma de aletas de pescado, que impide el ingreso de agua, y pintadas de alegres colores.

Castro

La capital de la isla grande de Chiloé es Castro, a 20 kilómetros del desembarcadero de los ferrys, con una estratégica posición dentro del fiordo.

Su principal actividad económica es la pesca y cría del salmón, actividad que le ha valido el segundo puesto en importancia luego de Noruega. Complementa el desarrollo zonal con agricultura y lácteos.

Castro posee un gran centro comercial al que llegan embarcaciones con los habitantes de otras islas pequeñas, para vender sus productos y adquirir otros.

Muchas de las casas están apoyadas sobre palafitos (pilares o estacas de madera de alerce) que las elevan a alrededor de 2,50 metros sobre el nivel del agua. Varias de ellas fueron reconvertidas en restaurantes y hoteles boutique.

Castro tiene como ícono urbano la iglesia San Antonio, designada por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad.

De colores amarillo y púrpura, muestra un estilo neogótico en la construcción de madera de alerce y ciprés.

El actual edificio es de 1910, luego que varios incendios devastaron las anteriores instalaciones.

La inauguración de un mall generó numerosas polémicas entre pobladores y autoridades porque el centro comercial superaba la altura de la iglesia. El resultado fue que desarrollistas y empresarios debieron eliminar dos pisos del edificio.

Ancud 

Poco más adelante está Ancud, ciudad que acogió al último bastión español en territorio chileno, el Fuerte San Antonio, construido en 1770.

Esa fortaleza, con una ubicación estratégica, fue escenario de varias batallas en las que participaron piratas holandeses que navegaban por esas regiones.

Una visita guiada, de carácter gratuita, está a cargo de jóvenes estudiantes que lo hacen por una propina a voluntad de los turistas.

La fortificación fue entregada a las autoridades chilenas tras la firma del Tratado de Tantauco, el 19 de enero de 1826.

Ancud tiene 45.000 habitantes y en 1968 sufrió los embates de un fuerte terremoto de 9.5 en la escala Richter, que produjo graves daños y obligó a su reconstrucción.

En el Museo Regional, una muestra permanente refleja los 6.000 años de historia de la isla, desde el asentamiento de cazadores recolectores más antiguo de la región, hasta la llegada de los jesuitas y su posterior expulsión

Las casas de madera están pintadas de colores fuertes. La versión de los guías es que la comunidad utiliza esas pinturas para contrarrestar la depresión que producen las frecuentes lluvias (245 días al año).

Dalcahue es la siguiente escala del tour, que ocupa casi todo el día, y que se hace en etapas para disfrutar de la gastronomía regional, como la “paila marina” con todo tipo de mariscos y servida en fuentes de barro.

Se sugiere visitar el amplio mercado artesanal ubicado a orillas de uno de los tantos canales que desembocan en el Pacífico.