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En Brasil, tres lagunas juegan a las escondidas

En el Parque Nacional Lençóis Maranhenses, en el noroeste brasileño, hay tres atrapantes lagunas que son difíciles de encontrar si no conocés el secreto detrás de ellas. De color esmeralda, sólo aparecen de julio a septiembre. El resto del año se “esconden”.

El lugar en el que se encuentran se trata de una zona llena de dunas de arena blanca, que durante un corto periodo de tiempo al año se convierte en un oasis en medio del desierto. Todos los años, este paradisiaco paisaje atrae a miles de personas. Además de sorprenderse, los turistas disfrutan de las aguas que llegan a los 30º centígrados.

La aparición del agua puede parecer algo mágico, pero en realidad es el resultado de las lluvias torrenciales que hay en la zona, de enero a junio. Estas precipitaciones se detienen en julio, cuando aparecen las lagunas. En septiembre, comienzan los fuertes vientos, lo que produce que estos espejos de agua se sequen. Un proceso que se repite año tras año.

Además de agua caliente y turquesa, en estos depósitos de agua de más de 300 metros de largo y tres de alto, se pueden ver peces de colores, los cuales vienen desde los ríos cercanos que se conectan con las lagunas.

¿Cómo llegar?

La manera más sencilla de visitar este lugar es tomando un colectivo desde San Luis rumbo a Barreirinhas. Desde ese sitio lo más recomendable es contratar un tour, ya que el camino es complicado y se necesita de una 4x4 para poder llegar hasta las lagunas.