El escalón de las Américas

“Cada uno de estos peldaños, formados como se ve por dos elementos, se situó un tanto más arriba y adelante que el anterior, principio que da sentido a la escalera….”, dice Julio Cortázar en Instrucciones para subir una escalera, y esta es sólo una de las curiosidades que hacen de Panamá un punto privilegiado del globo.

A diferencia de sus hermanos latinoamericanos, Panamá, la rebelde, se encuentra situada de este a oeste lo cual le otorga características particulares como país de tránsito y plataforma de conexión comercial. Pero lo que a mi parecer es más encantador es que en el mapa parece un escalón.

Entretejido étnico. Franceses, estadounidenses, españoles y colombianos fueron locales en tierras panameñas. Sólo 10 años separan a los panameños desde el corte definitivo del último lazo oficial que los ligaba a Estados Unidos: el canal.

Por estas razones, en mi búsqueda por lo “auténticamente panameño” me encontré con un rompecabezas cuyas piezas son igualmente importantes para entender la totalidad de la armazón. ¿Será que en todo esto, y algo más, reside lo auténticamente panameño? ¿Será que es una búsqueda destinada a fracasar, porque la globalización rearmó eso de auténtico y eso de panameño?.

Antes de viajar prefiero leer algo del destino para informarme y luego, al llegar y escuchar las voces de la gente, desnudarme, lavarme de a una esas capas de “lo esperable”, desinformarme. Visitantes de Panamá, recomiendo desaprender: se trata de un país que tiene poco más de tres millones de habitantes, uno de los ingresos per cápita más altos y su moneda es el balboa.

Los invito a descubrir(me) qué sí se debe aprender.

Panamá la vieja. Su condición de ruta de tránsito, data de inicios de siglo XVI cuando se fundó la ciudad de Panamá. En ese entonces significaba un paso obligado del comercio del oro entre España y la colonia, un escalón, y un punto de partida de las expediciones rumbo a Perú.

Un buen día, Henry Morgan decidió invadir la ciudad en busca de tesoros que le habían quitado el sueño. El capitán al mando de la ciudad de

Panamá dispuso evacuar la ciudad completa y volar sus depósitos de pólvora. El incendio abrasó todo, y aún hoy las paredes son testigo de aquel abrazo caliente de 1617.

Se trató de una ciudad construida con madera, a excepción de edificios gubernamentales, conventos, iglesias y grandes casas, que eran hechas con piedras y son hoy los únicos testimonios visibles de la antigua ciudad.

El conjunto monumental histórico de Panamá la Vieja es considerado dentro de la lista de Patrimonio Mundial Cultural de la Unesco.

Casco antiguo. No se trata de un motociclista ofertando su sombrero de viaje old school, tampoco de un corte de pelo retro. Es la segunda ciudad de Panamá, fundada en el siglo XVII y pensada a prueba de balas (o equivalentes). Una gruesa muralla de piedras y siete baluartes protegían contra posibles ataques a la Casa de la Municipalidad, el Antiguo Palacio Municipal, el Palacio Nacional, el museo del canal interoceánico, el Instituto Nacional de Cultura y la Catedral Metropolitana, entre otros.

Muchas de las construcciones son parte de la antigua Panamá la Vieja, tal es el caso del arco chato de cal y canto que es el único vestigio del convento de Santo Domingo, y las campanas de la Catedral Metropolitana, cuya construcción llevó más de 100 años.

Mención aparte merecen las bóvedas. Construcción colonial que oficiaba de alojamiento para las tropas en la que, hoy restaurada, funciona una galería de arte y un restaurante de comida francesa. Sobre el baluarte se construyó el paseo Esteban Huertas y el monumento a los iniciadores del canal francés.

Es un paseo obligado, ya que desde el mirador se pueden apreciar el puente de las Américas y el conjunto de islas Flamenco, Naos y Perico unidas, entre sí y a la parte continental de Panamá, por la Calzada de Amador. Este paso fue construido a partir del material extraído durante la construcción del Canal y en él se puede disfrutar de una caminata al sol o de los paseo de compras situados a cada lado.

Para agendar

Alojamiento. El Breezes Panamá Resort y Spa está ubicado a dos horas del Aeropuerto Internacional de Tocumén, en Ciudad de Panamá, Abrió sus puertas en octubre 2009 y cuenta con 294 habitaciones y suites, con vista al Océano Pacífico y a la floresta tropical; cinco piscinas, con toboganes de agua, y kids camp y guardería, con actividades supervisadas y dirigidas según la edad para niños desde recién nacidos hasta adolescentes. Tarifa: U 106 por persona, con el sistema SuperInclusive®, que contempla hasta las propinas.

Pasajes aéreos. Córdoba / Panamá / Córdoba, con Copa, U 1.057, con impuestos incluidos. Hay paquetes promocionales con hotelería incluida. Además, con cualquiera de los paquetes vacacionales de Copa a otros destinos, el pasajero tiene opción a un stop en Paranamá a la ida o a la vuelta.

Información en www.copaair.com o en su agencia de viajes.