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El recién inaugurado Museo de Astronomía de Shanghái, es un reflejo arquitectónico del mismo firmamento que estudia. Mirá cómo es.
Visto de lejos asemeja ser una enorme máquina a punto de emprender vuelo, o el lugar donde algún cuerpo celeste se posó sobre la Tierra. Con 39.000 metros cuadrados de superficie, el novedoso Museo de Astronomía de Shanghái, se hizo con el título al planetario más grande del mundo.
Siempre cambiante
Ennead, la firma de arquitectos a cargo del proyecto, armó el espacio de tal forma que se coordine con la trayectoria del sol, así, la luz que ingresa realiza un juego diferente a cada hora, modificándose además en cada estación. Aparte de la función estética, estos detalles lumínicos permiten enteder mejor la relación entre nuestro planeta y el astro mayor del sistema solar.
Como una luna
La esfera que domina el exterior del museo se observa también en el interior. Con un soporte mínimo, evoca un satélite flotando sobre los visitantes. Otro de los detalles arquitectónicos más destacados es la cúpula invertida de vidrio que se encuentra en el techo del salón central del edificio, a través del mismo se regala una vista sin obstáculos del cielo. El récord de este museo se suma a la lista de marcas que rompió Shanghái en el último tiempo, como el del hotel más alto del mundo.
