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De Córdoba hasta Brasil a través del patrimonio jesuítico

El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) está apoyando a Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay en una estrategia de integración regional basada en el desarrollo de corredores productivos, entre los que se encuentra el corredor turístico jesuítico, un legado compartido por los cinco países y que sigue vivo en la actualidad.

Este corredor suma 55 sitios de patrimonio jesuítico, 19 de ellos declarados Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco, y con esta iniciativa las autoridades turísticas de los cinco países, junto con el Grupo BID y el apoyo de la OMT buscan identificar nuevas soluciones empresariales capaces de acelerar la integración de la oferta turística del Camino de los Jesuitas de Sudamérica.

En Córdoba se pueden visitar cinco estancias jesuíticas en pie: Colonia Caroya (1616), Jesús María (1618), Santa Catalina (1622), Alta Gracia (1643), La Candelaria (1678) y San Ignacio (1725). A ellas se suma la Manzana Jesuítica de la ciudad de Córdoba.

Estas estancias son un patrimonio arquitectónico esencial dentro de la oferta turística de Córdoba. La Unesco las declaró Patrimonio de la Humanidad en el año 2000, reconociendo los valores patrimoniales e históricos excepcionales que estas construcciones representan.

El "Camino de las Estancias Jesuíticas" constituye un itinerario turístico-cultural que permite descubrir y conocer los valores patrimoniales y la importancia mundial de estos lugares históricos, asociados con paisajes, tradiciones y costumbres que marcan la identidad de Córdoba.

El desafio

Se lanzó un Smart Challenge, que es una apuesta por la creatividad e innovación empresariales como instrumentos para acelerar un desarrollo turístico integrado del legado jesuita. Se buscan nuevas soluciones empresariales que ayuden a superar uno o varios de los siguientes retos de integración:

  • De tipo logístico/administrativo: como, por ejemplo, el cruce de fronteras, la diversidad de monedas o los diferentes requisitos administrativos para prestar servicios turísticos en cada país;
  • De diseño de la oferta turística: en la que es necesario ampliar el relato y diversificar la oferta, garantizando la complementariedad de las narrativas y experiencias turísticas desde los diferentes países;
  • De marketing, al existir una heterogeneidad de marcas subnacionales y un posicionamiento turístico todavía desigual y limitado;
  • De gestión, por ausencia de información actualizada de mercado y déficit de capacidades técnicas;
  • Del nivel adecuado de inversión público-privada más allá de los íconos turísticos más conocidos;
  • De coordinación intersectorial y empresarial, para priorizar destinos, circuitos, mensajes a nivel regional;
  • De necesidad de recuperación de la crisis bajo nuevos paradigmas: la irrupción del COVID-19 ha retrasado planes de inversión y crecimiento por parte de las empresas turísticas a la luz de las restricciones de movilidad y el descenso generalizado de las llegadas turísticas, por lo que es importante presentar soluciones integradoras que aceleren la recuperación de la actividad turística, considerando los nuevos determinantes de la demanda (como seguridad sanitaria).

Pueden participar empresas de cualquier sector de actividad, en fase de crecimiento, legalmente constituidas en al menos uno de los cinco países integrantes (Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay), con una propuesta innovadora para acelerar la integración de la oferta turística del camino jesuítico. Podrán ser personas físicas o jurídicas de acuerdo con la legislación de sus respectivos países.

Además, se anima a dichas empresas a que se presenten con socios de cualquiera de los 48 países miembros del BID en caso de requerir fortalecer el equipo o la propuesta de valor de la solución empresarial. En este caso, la empresa ubicada en uno de los cinco países integrantes del CJ deberá liderar la propuesta.

El premio: al menos cinco propuestas ganadoras ingresarán en un Programa de Aceleración Empresarial (PAE) gestionado por Wayra, de 12 semanas de duración divididas en 4 etapas, que prestará asesoramiento técnico/legal/comercial especializado y mentorías personalizadas; dará acceso a clientes potenciales (B2B), a oportunidades de inversión y a redes de colaboradores regionales e internacionales; e impulsará el desarrollo del ecosistema empresarial necesario para viabilizar la propuesta.