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Aventurarse a un viaje en crucero es garantía de confort, relax y, al mismo tiempo, de diversión.
Entre las opciones, los cruceros nos acercan al océano con servicios de lujo. Esta forma de viajar es cada vez más elegida por los argentinos, ya que brinda la posibilidad de conocer varios destinos a la vez.
Leven anclas que zarpamos
Entre las decisiones que debemos tomar, la principal es el destino. A la hora de seleccionar el lugar hay que tener en cuenta que los cruceros se mueven por temporadas: en nuestro verano van hacia el Caribe y en el invierno al Mediterráneo.
Además, debemos conocer cuánto tiempo el barco permanecerá en las distintas escalas que realiza y qué tipo de visas y trámites debemos hacer de acuerdo al puerto.
El barco, ciudad flotante
Un gran crucero es como una ciudad flotante, con agenda, servicios diversos, fiestas, deportes, cine, casino, gastronomía espectacular y extensas zonas abiertas para tomar sol y disfrutar de la pileta.
Al comprar el paquete, es importante fijarse en el idioma que habla la tripulación y seleccionar el camarote que más se adapte a nuestras necesidades. Una clave es que en el centro del barco éste se mueve menos y los costos son más económicos. Para evitar los ruidos, conviene elegir el camarote lejos de las zonas comunes de shows y ascensores.
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