buscar

Cómo viajan los cordobeses por el mundo en tiempos de coronavirus

Un barbijo y el reflejo del Coliseo Romano. Foto: AP
Un barbijo y el reflejo del Coliseo Romano. Foto: AP

Una de las industrias más afectadas por la propagación de la Covid-19, enfermedad causada por el coronavirus que ya tiene más de 100 mil casos confirmados por la Organización Mundial de la Salud, es la del turismo.

A diario se escuchan noticias de vuelos cancelados hacia algunos destinos, espacios que cierran sus puertas, regiones enteras que cierran sus fronteras o cruceros varados en el mar en los que detectaron algunos casos infecciosos.

Desde la Asociación Cordobesa de Agencias de Viaje (Acav), admitieron que el coronavirus alteró el escenario del turismo mundial, lo que llevó a que las aerolíneas y agencias modifiquen algunos de sus planes.

Hay que remarcar que en este marco, las agencias de viajes y turismo no cobran penalidades por cancelaciones y reprogramaciones.

Experiencias de cordobeses

Sin dudas, el panorama al que hay que enfrentarse a la hora de programar un viaje es de precaución, pero eso no impide pensar unas vacaciones o cumplir con un plan previsto de antemano.

Así lo manifiestan algunos cordobeses que están actualmente en otros países, en medio de la psicosis por este brote que se descubrió en Wuhan en diciembre de 2019 y se extendió rápidamente a distintos lugares.

La situación no es idéntica en cada destino, y eso varía tanto por medidas adoptadas por los diferentes gobiernos para evitar la propagación del virus, como la incidencia que tiene en cada lugar.

Por el momento, la mayor cantidad de casos se concentra en China, y sigue Corea del Sur e Italia (desde allí vino la mayoría de las personas detectadas con el virus en América).

En el metro de Milan, donde se ve mucha gente con barbijos. Foto: AP
En el metro de Milan, donde se ve mucha gente con barbijos. Foto: AP

Voces de alerta

La Voz contactó a algunos cordobeses que están por el mundo para conocer cuáles son o fueron sus experiencias de viaje en este difícil contexto, y de tanta psicosis colectiva.

Adriana Canga, que actualmente está en Bratislava (Eslovenia), dice que no se ve demasiada gente con barbijo y todo se desenvuelve con normalidad en esa zona.

Por su parte, Verónica Rapela, actualmente en Egipto, comenta que todo es normal con respecto al coronavirus. “No se ve nada de nada. Los guías comentan que han cancelado excursiones los europeos, pero nosotros no hemos tenido ningún inconveniente”.

Según ella, lo que se ve de los informativos europeos es que son alarmantes, pero que “la gente local por todo Egipto hace vida normal, y no se ve a nadie con barbijo”.

Carina Buira, que estuvo en Nueva Zelanda, asegura que en su viaje no vivió ningún inconveniente, y que todo salió de acuerdo con lo programado.

“Sí se ve mucha gente con barbijos, tomando más recaudos que los habituales”, dice. “Cuando llegué a la Argentina informaron que iban a arrojar un producto para desinfectar antes de descender, que no era tóxico y que no podría perjudicar a nadie”.

Asegura que al llegar a Nueva Zelanda “en inmigración preguntan en qué países estuviste en los últimos 14 días, y que si presentás fiebre hagas un autoaislamiento o que llames a una línea del sistema de salud para que te digan cómo continuar”.

En general, las aerolíneas que utilizó suelen informar permanentemente si han tenido algún caso positivo y en qué asientos y vuelos iban dichas personas, para tener en cuenta si puede haber alguna posibilidad de contagio.

Un barbijo y el reflejo del Coliseo Romano. Foto: AP
Un barbijo y el reflejo del Coliseo Romano. Foto: AP

Sonia Castracane, que vive en Verona (Italia), asegura que al principio fue impresionante que pusieran en cuarentena a pueblos al sur de Milan. “La gente vació los supermercados, las ciudades estaban vacías” en esa región.

Entre las medidas que pueden afectar a los turistas, asegura que hay cines cerrados, algunos teatros, y que en general suspendieron actividades que reunieran mucho público.

“El gobierno realiza acciones de prevención, como lavarse las manos seguido, usar pañuelos, cubrirse la boca con el brazo al estornudar, no saludarse dándose la mano, no abrazarse”, detalla.

“Algunos museos cerraron... pero nada interrumpe las visitas a las ciudades y a sus monumentos, o sus iglesias. Hay quienes destacan que la menor cantidad de turistas hace a las ciudades incluso más disfrutables”, dice Sonia.

Casos distintos

Claudia C., ahora en Miami y después de haber recorrido buena parte de Florida, dice que la situación es de total normalidad. “Lo único que nos preguntaron en migraciones es si habíamos estado en China. Pero se ve cero psicosis, y el aeropuerto tiene cualquier cantidad de gente”.

Ella dice que no hay medidas “que afecten la tranquilidad de los que están viajando. No encontramos ningún inconveniente”.

Sergio López Cobos, cuyos destinos recientes fueron Singapur o Tailandia, asegura que se extremaron los cuidados y que es difícil estar cien por ciento relajado, pero que no es imposible viajar.

“Uno está sugestionado al subir a un medio de transporte, un subte, un colectivo, el avión, y que alguien estornude, o estornudar uno”.

“Lo que más veo en el viaje es que hay muchos controles, estrictos. Te toman la temperatura al entrar y al salir del aeropuerto. En Singapur, hasta para entrar a un shopping o al hotel”, agrega.

Sergio dice que lo complicado es que uno puede tener un resfrío normal, o fiebre por otra cosa, y quedar complicado en el medio del viaje. “Primero porque te sugestionás, y después porque no zafás, no podés ni quedarte en el hotel”.

De todos modos, asegura que tanta precaución hace sentir más seguro al viajero que de costumbre. “El protocolo es tan estricto, que en ningún lado entrás si tenés un síntoma”. En Tailandia no es igual, salvo en el aeropuerto.

Tranquilidad y precaución

En el metro de Milan, donde se ve mucha gente con barbijos. Foto: AP
En el metro de Milan, donde se ve mucha gente con barbijos. Foto: AP

Patricia de la Colina, vicepresidenta de Acav, insiste en la importancia de recurrir a una agencia habilitada para recibir toda la información necesaria al momento de planear un viaje, pero antes que nada a mantener la calma y analizar los casos de manera individual.

"Es cierto que se está hablando mucho sobre el tema, lo que en algún punto puede generar una excesiva preocupación generalizada. Pero hay que tener en cuenta que cada destino atraviesa su propia realidad sanitaria, incluso restricciones de visa y otras cuestiones que los turistas no conocen, muy distinta al caos que se quiere instalar. Por eso es importante consultar con un agente de viajes, asesorarse bien y por sobre todas las cosas mantener la calma", detalla.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) no emitió hasta ahora restricciones de viajes ya que, en la mayoría de los países, el riesgo de contraer coronavirus es muy bajo y el 95 por ciento de los casos confirmados se concentra en China.

En este contexto son muchos los hoteles y aerolíneas que están flexibilizando su política de reprogramación y, en algunos casos, cancelaciones. Eso ocurre particularmente en los destinos más complicados, como China e Italia.