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Cinque Terre en 24 horas

Colgados de la escarpada montaña, estos cinco pueblitos de pescadores llenos de color y encanto resisten el paso del tiempo en la costa norte de Italia, sobre el mar de Liguria.

Cinque Terre es ese pedacito de paraíso que todos imaginamos cuando soñamos profundo. Dispuesto en la tierra en forma de cinco pueblitos bañados por el mar de Liguria, este parque es lo más parecido a vivir adentro de una postal.

Italia entera se respira en sus hermosas y empinadas callecitas, llenas de color y costumbrismo. Caminar es la única forma de conocer todos sus rincones: casitas de piedra apiladas como cubos de colores, escaleras que serpentean al cielo, balcones con vista al océano y atardeceres perfectos son sólo una parte de esta región declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

En 1999 se creó el Parque Nacional Las Cinco Tierras, que incluye los pueblos de Monterosso al Mare, Vernazza, Corniglia, Manarola y Riomaggiore. Se los puede visitar en tren, a través de una vía que acompaña los caprichos de la ondulante costa. Otra opción, más romántica y natural, es optar por el Sendero Azul, un camino de 12 kilómetros que lleva de un pueblo a otro disfrutando de acantilados imposibles y montañas escalonadas en forma de terrazas.

De los cuatro tramos que componen este sendero, la Via dell’Amore es el más conocido y quizás el mas pintoresco. Une Riomaggiore y Manarola en un paseo de un kilómetro, ideal para caminar lento y de la mano. Aunque actualmente está cerrado por destrucción parcial debido a las lluvias, vale la pena preguntar por él al momento de la visita.

DATOS. Información útil para conocer Cinque Terre.

Uno por uno

¿Cuánto tiempo se necesita para recorrer Cinque Terre? Probablemente una vida no alcance, pero, en un día o dos, se pueden visitar todos los pueblos y tener una buena idea sobre cómo luce el paraíso. En este caso, el tren es la mejor opción. Desde la ciudad vecina La Spezia salen trenes todos los días y con excelente frecuencia en dirección a Levanto, y viceversa. La mayoría de estos trayectos tienen paradas en cada pueblo de Cinque Terre, por lo que son un medio rápido, fácil y económico para visitarlos.

Partiendo entonces de la estación La Spezia Centrale, el primer pueblo será Riomaggiore. Cuenta con una pequeña playa y una rampa que da al mar, usualmente copada por barcos y lanchas. No hay que perderse la iglesia de San Juan Bautista, edificada en 1340, y el antiguo castillo en lo alto de la ciudad, que data de 1260.

Tomando el tren nuevamente, o bien caminando por la Via dell’Amore (actualmente cerrada), se llega al segundo poblado: Manarola. Además de hacer un paseo por sus callecitas y el centro, se pueden visitar la Iglesia de San Lorenzo y el Oratorio, que data de 1338. También merece la pena las ruinas de las fortificaciones y una bodega en el barrio Groppo, para probar productos típicos de la zona.

El tercer pueblo es Corniglia y se encuentra a unos 100 metros sobre el nivel del mar, siendo el más alto de los cinco. Para llegar al centro desde la estación de tren se puede subir una larga escalera o bien tomar un colectivo, que normalmente está coordinado con los horarios de los trenes. Dos recomendaciones: la iglesia de San Pietro y la playa Spiaggione.

La penúltima joya se llama Vernazza y quizás sea uno de los pueblos más pintorescos.

Entre los lugares más destacados para descubrir están la Iglesia Santa Margherita d’Antiochia, el Palacio Porticado, el castillo y la torre que vigila la ciudad. Y, como si fuese poco, no hay que perderse la entrada que parece una cueva: pasando por debajo de la montaña y las casitas, se sale a una playa del lado opuesto.

El último poblado, Monterosso al Mare, es el más grande de todos y también dispone de una playa más amplia que los demás. Se compone de dos partes: el casco antiguo y el barrio Fegina, con carácter más turístico. Es imprescindible visitar la estatua gigante de Neptuno, la Torre Aurora, el centro histórico y la Iglesia de San Juan Bautista del siglo XIV.

En caso de disponer de más tiempo, recorrer cada pueblito caminando por el Sendero Azul es una excelente opción. Este camino bordea la montaña y atraviesa viñedos y olivares, a la vez que ofrece vistas impresionantes de la costa, los acantilados y perfectas postales de cada poblado.