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Chile: una travesía inolvidable

Desde la borda del Stella Maris, las mejores vistas de los glaciares que bajan desde el corazón de las montañas hacia las aguas de los canales.
Desde la borda del Stella Maris, las mejores vistas de los glaciares que bajan desde el corazón de las montañas hacia las aguas de los canales.

Recorrer la Patagonia chileno-argentina en un crucero de expedición es una elección que bien vale la pena. Paisajes inolvidables y aventura asegurada por rincones casi inexplorados en el fin del mundo. Excursiones desde Punta Arenas, la ciudad más austral de Chile.

Elegir como destino turístico el sur del continente americano es todo un desafío. La Patagonia chileno-argentina, en la parte más austral de Sudamérica, es una invitación a la aventura permanente. Sumergirse en sus tierras ventosas, en sus aguas heladas, en su historia sacrificada, en su fauna única y su flora resistente, es una elección que vale la pena ser vivida.

Punta Arenas es la ciudad más al sur del continente en el territorio chileno. Es el corazón del Estrecho de Magallanes, ese que une los océanos Atlántico y Pacífico. Desde allí se puede hacer base para vivir una experiencia inolvidable en un destino poco explorado. “En la Patagonia no hay mal clima, hay mala ropa”, esa es la frase más utilizada para describir las bajas temperaturas que se acentúan más con los fuertes vientos polares. Con la vestimenta adecuada, todo es más llevadero en el sur continental.

Con un buen gorro para cubrir la cabeza y las orejas; unos lentes para el sol; varias capas de ropa para el torso y las piernas, y un buen calzado de trekking o botas de excursión son suficientes para encarar la aventura. Para hacer frente a cualquier desafío en la Patagonia.

Y, en un escenario cargado de accidentes geográficos, una de las mejoras opciones para conocer lugares increíbles es Australis, una compañía de cruceros de expedición que recorre los sitios más escondidos y poco visitados por el hombre. En 2015 esta empresa cumplirá 25 años navegando por el Estrecho de Magallanes, por fiordos, caletas, por el Canal de Beagle y hasta el Cabo de Hornos. Para zarpar se puede optar por Punta Arenas o Ushuaia. Transitar por sitios únicos de la Patagonia chileno-argentina, en un barco-hotel, con personal capacitado para comunicar permanentemente por dónde vamos, es inigualable.

El crucero Stella Maris es la mejor embarcación de Australis. Se construyó en 2010 y sólo navega por esa región austral. Posee cinco cubiertas, 100 cabinas y tiene capacidad para 210 pasajeros. Por su envergadura, la embarcación es apta para transitar por los inhóspitos recovecos patagónicos y llegar hasta la base de gigantescos glaciares. Este barco opera con el sistema “todo incluido” y con horarios lógicos para cualquiera.

“Señores pasajeros, buenos días. El desayuno está servido”, es el anuncio que se escucha por los altavoces a las 8 de la mañana. Es el típico desayuno americano, para juntar energías y encarar el día con las calorías necesarias. El almuerzo es buffet y la cena, a la carta. En ambos casos, cuenta con una gastronomía internacional, con variedad de carnes, pescados y pastas, además de unos deliciosos postres. Durante la tarde, en uno de los salones, se puede tomar café, té o disponer de agua caliente para tomar unos ricos mates. Además de tener siempre a mano algo dulce para degustar.

En otro de los lugares comunes del crucero está el bar, que funciona a determinadas horas y también opera con el sistema “todo incluido”. En la amplia carta de tragos se destaca el Calafate sour, una bebida con alcohol con el fruto típico de la Patagonia. Justo para deleitarse sentado en un cómodo sillón y observar el paisaje único que ofrecen los grandes ventanales.

Antes de la cena, que empieza a las 21, los guías del crucero ofrecen charlas grupales sobre las expediciones de la jornada siguiente, con proyección de videos y las imágenes de lo que se hará al otro día. La información se complementa con la fauna y la flora de la zona a visitar, la geografía y la historia de la región. A bordo, los idiomas utilizados son el español y el inglés.

Hay diferentes entretenimientos que propone el crucero; una pequeña biblioteca con libros sobre la región; una tienda para comprar ropa o souvenir, y hasta en alguna noche se arma un karaoke para que participen todos los que quieran hacerlo.