buscar

California, para nada somnolienta

The Mamas and The Papas, en su famoso tema “California somnolienta”, pintaba una dura situación en un paisaje invernal.

“Señores pasajeros, les habla el comandante para decirles que en pocos minutos más aterrizaremos en el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles, donde la temperatura es de...”.

La fórmula, aunque repetida, no deja de ser un mensaje de bienvenida y algo así como el anuncio de partida de una nueva experiencia para capitalizar en la vida.

Recorrer la costa oeste de California, en los Estados Unidos, desde Los Ángeles hasta San Francisco, es uno de esos circuitos que no forman parte de las propuestas habituales de las agencias pero que, si se hacen, no se olvidan jamás.

Cabe aclarar que California es hoy, y desde 1850, uno de los estados que conforman los Estados Unidos de América, pero hasta 1848 era territorio mejicano. La historia de esa anexión es uno de los capítulos más controvertidos de la América del Norte.

El viaje. En este caso, proponemos un viaje que se inicia en Córdoba con destino al Aeropuerto Internacional de Los Ángeles. Desde allí, en auto (ver Lo que hay que saber), recorre la costa oeste californiana. El primer lugar visitado fue Huntington Beach, una hermosa ciudad balnearia, meca de surfistas y punto de partida del recorrido, sobre el cual les contamos el pasado 29 de mayo en la página 6 del suplemento Turismo.

La segunda escala es Anaheim, sede de Disneyland, la tierra de Disney, donde comenzó la historia de los parques de atracciones más famosos del mundo.

Además, obviamente, de visitar esos parques si el viaje incluye niños (y porqué no los grandes también), se puede visitar el centro (Downtown) Disney, un divertido paseo para caminar, con tiendas y restaurantes y entretenimiento nocturno, ubicado justo afuera de los parques y que colinda con los hoteles de Disneyland Resort.

Otros sitios para conocer en Anaheim son: el Angels Stadium, estadio del equipo de béisbol local; el Honda Center, un enorme domo donde juega de local el equipo de hockey sobre hielo Ducks (los patos), y la Catedral de Cristal, en Garden Grove, una espectacular obra diseñada por Philip Johnson que se asemeja a una estrella de cuatro puntas, con 10.000 paneles de cristal traslúcido que cubren el techo y las paredes, en forma de telaraña.

El siguiente destino es Los Ángeles y más precisamente Hollywood, la fábrica de sueños. Allí, los puntos convocantes son Hollywood & Highland, el centro comercial; el Paseo de la Fama (Walk of Fame), la vereda de estrellas con el nombre de los más famosos actores y actrices del cine mundial; el Teatro Kodak, sede de la entrega anual de los premios Oscar; el Teatro Chino, y el museo de cera de Madame Tussauds, donde podrá fotografiarse junto a Marilyn Monroe, Shakira, Don Corleone o Forrest Gump. Todo esto está sobre el Hollywood Blvd (bulevar), o sea que una caminata de medio día alcanza.

Ahora, estar en Los Ángeles y más precisamente en Hollywood, impone una visita a Universal Studios. Y si llegó hasta ahí, cómo no va a experimentar la nueva atracción de King Kong 360 3D (tridimensional). Es una experiencia imperdible.

Luego de hacer noche en Hollywood, el viaje continúa hacia Santa Bárbara, a 150 kilómetros al norte, por la carretera interestatal 101. Esta ruta bordea el mar en un paisaje casi chileno, salvando las distancias: de un lado el Pacífico y del otro las sierras. Al medio, un verde valle.

La “Riviera americana”, como se conoce a Santa Bárbara, es un lugar que refleja una relajada elegancia. Sus playas, de las más lindas de la costa oeste; sus casas bajas con floridos jardines; la arquitectura colonial española, que le da el perfil señorial de aquellas épocas, y la explosión de colores de las buganvillas florecidas, son las principales características de esta ciudad de 90 mil habitantes.

Dos sitios para no dejar de visitar: la Misión de Santa Bárbara, fundada por los franciscanos en 1786, llamada también “la reina de las misiones” de California.

El otro atractivo es la County Courthouse, la Corte del Condado, el edificio de los tribunales. Declarado Patrimonio Histórico Nacional, es uno de los más importantes edificios cívicos de EE UU. Desde su torre se pueden obtener las mejores vistas panorámicas en 360º de Santa Bárbara.

Una curiosidad: recorriendo las calles de Santa Bárbara, muchas de ellas con nombres en español, descubrimos el Café Buenos Aires, un restaurante con cocina fusión argentina, italiana y española, donde se pueden ver shows de tango y flamenco.

Por último, antes de seguir viaje, una visita al Santa Barbara Harbor (puerto), con barcos de pesca, cruceros de avistamientos de ballenas y kayaks y tentadores restaurantes para comer frutos de mar.