Cable Beach, un secreto bien guardado en Australia

Cable Beach es una playa paradisíaca poco conocida por el turismo internacional. Está ubicada en Australia occidental, tiene 22 kilómetros de arena blanca, agua turquesa y olas suaves, y está rodeada por imponentes acantilados.

El lugar ofrece un privilegio único: la posibilidad de disfrutar de los atardeceres y los amaneceres en la costa casi sin gente alrededor.

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Magia escondida entre la arena

Al sur de Cable Beach aparece Gantheaume Point. Allí, cuando la marea baja, se pueden ver huellas fosilizadas de dinosaurios de más de 130 millones de años. Se encuentran en rocas planas de arenisca a 30 metros del mar y se extienden a lo largo de 80 kilómetros en la costa. Existen algunos senderos para llegar hasta este punto.

Los que no tengan la suerte de visitar Gantheaume Point durante la marea baja no tienen de qué preocuparse, ya que hay moldes de yeso de las impresiones originales incrustados en el acantilado.

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A pura diversión

Esta playa australiana es reconocida, entre otras cosas, por la amplia gama de actividades que ofrece. Una de las más sorprendentes es la posibilidad de pasear en camello por la arena. Se suma el alquiler de vehículos 4x4, la pesca y diversos deportes acuáticos que pueden practicarse gracias a la tranquilidad del agua.

¿Otro plan emocionante? El avistaje de ballenas jorobadas, que se puede realizar entre los meses de julio y septiembre. Es una exhibición espectacular en las que es posible ver a estos animales mientras saltan y mueven sus aletas.

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