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Brisbane, la ciudad australiana que probablemente no conocías

La capital de Queensland, estado situado al norte de Sídney, está transformándose con grandes obras que la convierten en un interesante destino turístico y gastronómico.

Es la tercera ciudad de Australia después de Sídney y Melbourne y la puerta de entrada a la Gold Coast, esa Costa Dorada que es el principal destino turístico interno para los australianos y que atrae también a numerosos visitantes del sudeste asiático. Brisbane fue construida por colonos británicos en un recodo del río del mismo nombre, no muy lejos de la costa donde termina la Gran Barrera de Coral. Por su clima y su cercanía con el mar, tenía todo para ser elegida por los viajeros: sin embargo, fue durante mucho tiempo una ciudad principalmente administrativa, industrial y comercial que vivía en torno de su centro financiero, donde se concentran grandes empresas mineras que operan en el outback, el interior desértico australiano.

DATOS ÚTILES. Información útil para conocer Brisbane.

De la oficina a la playa

En la actualidad, ese mismo centro es una gigantesca obra, en parte terminada y en parte todavía en construcción. Muchas torres fueron concluidas pero falta levantar Queens’s Wharf, cuyos trabajos terminarán en 2024. Se trata de un gigantesco complejo de departamentos, oficinas, espacios públicos y lo que será el mayor casino de Australia. Una vez concluida, será una especie de ciudad dentro de la ciudad, donde vivirán 56.000 personas. Su diseño se inspira en el espectacular complejo Marina Bay Sands de Singapur (el proyecto inmobiliario y hotelero más costoso del mundo hasta el momento y una proeza de la arquitectura).

No hace falta sin embargo esperar el fin de las obras para aprovechar la transformación de la ciudad, como en South Bank. Es un gran parque y centro de entretenimiento al aire libre que está sobre la ribera opuesta al centro financiero y sus torres. Los oficinistas sólo tienen que cruzar el río al mediodía para mezclarse con los turistas y aprovechar las instalaciones: juegos acuáticos, una pileta con arenas tropicales traídas de la Costa Dorada, cines, un teatro al aire libre, jardines con plantas tropicales y hasta un auténtico templo budista donado por Nepal.

South Bank es la actual vidriera de la nueva Brisbane y será uno de los mayores atractivos de la ciudad en abril próximo, cuando reciba los Juegos del Commonwealth, una versión de los Juegos Olímpicos que reúne a todos los países que formaron alguna vez parte del imperio británico.

Un menú caminable

Brisbane no sólo crece en altura (ya cuenta con más de 30 torres de más de 120 metros y las más altas están en construcción). También crece en calidad de vida, para rivalizar algún día con Melbourne, regularmente elegida como la ciudad donde mejor se vive en el mundo. El viejo centro británico fue conservado al pie de las torres y reconvertido en un distrito comercial. Se lo podrá apreciar dentro de unos meses, cuando esté finalizado el Sky Deck, un mirador sobre el río y la ciudad a cien metros de altura sobre los techos del Queens’s Wharf.

Brisbane también crece como centro gastronómico. La ciudad aprovecha su posición tropical y su cercanía con Asia para crear fusiones únicas que se reflejan en una nueva generación de restaurantes que ocupan viejos edificios del centro, como la antigua Aduana construida por los ingleses en el siglo XIX. Para probar lo mejor de esta cocina, un residente gourmet creó los primeros menús caminables de Australia. Organiza salidas de degustación armando un menú que se saborea entre varios locales. La experiencia se llama Bite Sip Scroll y tuvo tanto éxito que fue replicada en algunas otras ciudades, confirmando a Brisbane en su nuevo lugar a la vanguardia australiana.