:format(webp)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/grupoclarin/SZSSDQJTPRHBJMSPRFKP55LHP4.jpg)
Todos los turistas extranjeros deberán pasar por estas pruebas, tanto en aeropuertos como en puertos.
España pasó a una nueva etapa en la reapertura de sus fronteras tras la crisis generada por la pandemia del coronavirus. A partir del domingo, terminó el plazo en el que los turistas del espacio Schengen debían hacer cuarentena a su llegada al país.
Ahora, los viajeros de ese espacio podrán ingresar sin restricciones (tal como lo harán los viajeros del resto del mundo a partir del 1° de julio), aunque primero deberán pasar por estrictas pruebas sanitarias. En este sentido, el país plantea un triple control, que se establecerá en todos los puertos y aeropuertos del territorio.
En qué consiste
En primer lugar, cada turista extranjero deberá llenar un formulario con información personal y sobre su contacto con el virus (que indique si pasó o no por la epidemia y en qué condiciones), además de brindar datos para su localización.
En segundo lugar, todo viajero internacional tendrá que someterse a una prueba de temperatura, una medida habitual que ya se viene aplicando en diferentes ámbitos del turismo en tiempos pospandemia.
Y, finalmente, deberá pasar por una inspección visual. Si uno de los tres controles no es superado, el viajero será examinado por un médico.
Según detalla Hosteltur, los controles serán realizados por personal de sanidad exterior, integrado por unos 540 profesionales (entre ellos, 150 médicos y enfermeras) y reforzado con unos cien efectivos.
Turismo seguro
Semanas atrás, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, había declarado: "España necesita del turismo y el turismo necesita seguridad en origen y seguridad en destino, por eso garantizaremos que los turistas no correrán ningún riesgo ni tampoco nos traerán riesgos a nuestro país".
