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Antártida, el viaje de tu vida

Centenares de especies naturales conviven en un entorno prístino, que sólo tiene registros humanos a través de detalles históricos como naufragios, refugios o museos.

"Ayúdame a mirar” dijo alguna vez un poeta, cuando descubría la inmensidad del mar. Esa reacción calza perfecto con lo que sucede al llegar a la Antártida, donde la enormidad de los paisajes permite maridajes naturales que incluyen icebergs, montañas, pingüinos, ballenas y focas. De hecho, resulta difícil encontrar en el mundo lugares tan especiales como el continente antártico. La experiencia es tan irrepetible que lleva un tiempo comprender el entorno y procesar lo que se vive.

La fauna y el ecosistema no son los únicos protagonistas, el registro de la historia completa la propuesta. Existe, en efecto, una representación del pasado a través de barcos hundidos, historias de tratados internacionales y museos conmemorativos.

Pero, ¿por qué la Antártida puede ser “el viaje de tu vida”? Por su capacidad de ofrecer lo inimaginable, con toda la fuerza de la naturaleza dispuesta para la experiencia.

La época ideal

Para llegar a la tierra del Antártico sur es necesario salir de Ushuaia. No existe otra manera de acceder desde Argentina. Las opciones de transporte son variadas, y en la lista están los veleros, yates privados y aviones. Éstos últimos, con aterrizaje en tierras chilenas.

De todas maneras, no existe dinero para individualizar el viaje. Es decir, no se puede llegar solo a la Antártida. La explicación es sencilla y comprensible: no hay hoteles, hospitales ni mercados, de allí que la vida de cualquier turista depende de un barco o de un yate.

En ese sentido, muchas empresas dedicadas a este “recorrido exótico” se encuentran en sintonía con las necesidades de los turistas. Tan es así que proponen nuevas aventuras para conocer y experimentar la naturaleza desde canoas, itinerarios, tierra y demás.

Existen temporadas ideales para conocer este lugar y responden a la posibilidad de traslado.

Durante el verano austral, desde mediados de octubre hasta fines de marzo, se consiguen los paquetes de viaje completos. Para la temporada 2018, por ejemplo, la empresa Polar Latitudes ofrece un viaje especial centrado en los mamíferos marinos. La propuesta es zarpar junto a un panel de expertos escenográficos del mundo, quienes realizarán charlas y proyectos de investigación junto a los pasajeros a bordo.

Esta idea de intercambio responde a un proyecto de involucramiento con la ciencia por parte de la empresa, que lleva hacia la península a especialistas interesados en buscar registros, hacer estudios o desarrollar análisis de la naturaleza.

El viaje

En el 90 por ciento de los casos, se llega a la Antártida por vía marítima, desde cruceros. Existen yates privados y cruceros que zarpan desde la ciudad de Ushuaia y visitan la zona oeste de la península antártica, donde están los mejores paisajes. También se puede volar: solamente dos compañías lo hacen y aterrizan en la base chilena, para luego ir por el Pasaje de Drake en barco y hacer el recorrido por agua.

Mariela Cornejo nació en Ushuaia y vio, a los seis años, cómo su tierra se convertía en provincia. Desde su ciudad, tan distante de las demás de Argentina, añoraba ir aún más al sur y conocer la Antártida. Una Antártida que, en aquel momento, era clave de negociación en el proceso de organización de Tierra del Fuego.

Pasaron los años y Mariela estudió Ingeniería química en Buenos Aires, pensando en que serviría ese conocimiento específico para trabajar en bases de su soñada Antártida. Finalmente, le llegó la oportunidad. Si bien la propuesta apareció casi por casualidad, la encontró preparada y dispuesta a tener su primer viaje hacia el sur del sur. Hoy, la ushuaiense trabaja en expediciones y es una estudiosa de la península.

“Para trabajar en barcos que navegan hacia la Antártida es necesario hablar inglés, tener conocimientos del clima y reconocimiento del lugar. Además, la necesidad de comprender que se trata de un trabajo a tiempo completo (24 horas, los siete días de la semana), donde la vida es compartida con los pasajeros”, describe Mariela.

La mayoría de los visitantes de este continente helado provienen de países europeos y muchos otros de Rusia. “Nos gustaría ver más argentinos en la Antártida. Actualmente, casi todos los barcos pertenecen a empresas extranjeras, sólo uno es nacional”, afirma la ingeniera fueguina. Y agrega: “Existen algunas limitaciones de edad, ya que no se recomienda para menores de ocho años. Sin embargo, hay opciones como cruceros que no tienen este determinante porque los tripulantes no bajan a tierra”

Datos útiles

CÓMO LLEGAR:  los precios de los paquetes turísticos parten desde los siete mil dólares por persona (viaje de 10 días). Ese ticket incluye bebidas, comidas, actividades en el agua y dos noches de alojamiento en la ciudad de Ushuaia.

PASEOS: se pueden contratar recorridos en kayak y alternativas para acampar. El precio es de 125 dólares el campamento en tierra y 695 dólares el viaje en kayak. Quienes deseen ir a la zona sur del continente antártico, llegando a la base argentina más austral, deberán contratar un viaje que se realiza una vez en la temporada. Requiere más días y cuesta alrededor de 15 mil dólares por persona. Una tercera opción es el paquete de 20 días, con visita a las Islas Malvinas y Georgias del Sur, además de la Antártida. Cuesta 20 mil dólares por persona la cabina con base doble.

GASTRONOMÍA: debido a la inexistencia de población estable (solo personas que viven en las bases), la Antártida no cuenta con comidas típicas.

MÁS DATOS: comercial@tierradelfuegoaventura.com