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A soñar los viajes por venir

Mientras esperamos que pase el temblor, podemos seguir soñando con esos viajes que pronto seguramente disfrutaremos en primera persona.
Mientras esperamos que pase el temblor, podemos seguir soñando con esos viajes que pronto seguramente disfrutaremos en primera persona.

El coronavirus alteró todos los escenarios posibles, al punto de configurar la agenda periodística. Cómo y qué informar, algunos de los desafíos en los tiempos que corren. 

El coronavirus alteró todos los escenarios. Con su denominación de pandemia, generó grandes cambios y convulsionó hasta las más pequeñas decisiones. Gradualmente se fue propagando y ganando terreno, y hoy afecta todos los espacios, sectores y actividades. El turismo, por cierto, no escapa a esta realidad; por el contrario, recibió el mayor de los impactos.

La agenda periodística también se vio claramente reconfigurada, al punto de sembrar profundas dudas sobre qué y cómo se debe comunicar y cuál es el orden de prioridades. Más aún en el caso del turismo, intrínsecamente nómade y que implica movimiento en momentos donde, paradójicamente, lo que hay que hacer es no trasladarse.

El virus sin dudas creó una nueva agenda informativa, con el foco puesto en el avance y en el día a día de la pandemia. Al mismo tiempo, silenció los temas propios de actualidad que se venían tratando. Y surgió entonces un desafío mucho mayor: narrar otras historias, con la misma inquietud de comunicar pero desde un lugar más solidario y empático.

Escapando a todas las realidades y los proyectos en grupo, lo cierto es que el coronavirus suspendió de manera abrupta (o paralizó) muchos planes de viajar, conocer más allá de cada ciudad y trascender fronteras. Y la verdad es que la mejor decisión, la más sana, solidaria y empática, es restringir los desplazamientos para intentar frenar la propagación del virus.

Sin embargo, el espíritu siempre será contar otros relatos, esos que quizá en diferentes circunstancias no hubieran trascendido y que hoy tienen la oportunidad de ser disfrutados.

Desde Voy de Viaje, lo que realmente deseamos es que esas historias, las que hoy empezamos a reflejar de otra manera en las páginas de este suplemento y contadas desde otro lugar (donde nos ubica la realidad), sirvan de inspiración para programar futuras travesías, agendar destinos para los viajes por venir, y que sean el primer bosquejo de un cuaderno de viaje que pronto será completado con muchas aventuras.