buscar

20 paisajes naturales de Sudamérica para ver antes de morir: parte 2

Los Roques, el paraíso que te espera en Venezuela. (123RF)
Los Roques, el paraíso que te espera en Venezuela. (123RF)

Hicimos una selección de algunos de los escenarios más sorprendentes que tenemos en nuestro continente. Mirá acá la primera parte.

Sudamérica concentra algunos de los escenarios naturales más impactantes del mundo. A continuación, la segunda parte de los lugares imprescindibles que tenés que agregar a tu lista viajera.

11. Catedral de Mármol

Aguas azules y extrañas formaciones rocosas se funden en la Catedral de Mármol, un santuario de la naturaleza ubicado en el lago General Carrera, en la Patagonia chilena. Estos islotes formados por carbonato de calcio atraen a visitantes de todo el planeta, que llegan hasta allí en distintos tipos de embarcaciones.

12. Islas Galápagos

Las Islas Galápagos conforman un archipiélago de origen volcánico situado sobre el Pacífico, a aproximadamente 1.000 kilómetros de la costa de Ecuador. Son conocidas por su riqueza de flora y fauna, lo que les valió el reconocimiento de la Unesco como Patrimonio de la Humanidad. También, por ser uno de los lugares donde Charles Darwin estudió especies endémicas.

13. Los Roques

Los Roques es un archipiélago ubicado en el Caribe que pertenece a Venezuela. Tiene todo lo que te imaginás cuando pensás en playas paradisíacas: arena blanca y fina, agua turquesa y corales. Además, es un destino que supo mantener su esencia más allá del turismo. ¿Qué esperás para agregarlo a tu lista de deseos?

14. Desierto de la Tatacoa

No es un destino muy popular entre los viajeros de nuestro país. Y sin embargo, sus paisajes surrealistas son dignos de una visita. El Desierto de la Tatacoa queda en Huila, Colombia, y se trata de una de las zonas áridas más increíbles del mundo. A las formaciones de tierra de color ocre y gris se suman cielos despejados ideales para la observación astronómica.

15. Lago Titicaca

Ubicado en el altiplano andino, entre Bolivia y Perú, el lago Titicaca es territorio de leyendas e historias vinculadas con el origen del Imperio Inca. Está situado a 3.827 metros sobre el nivel del mar, lo que lo convierte en el lago navegable más alto del mundo. Desde Bolivia y desde Perú parten excursiones que permiten navegarlo y conocer algunas de sus islas.

16. Fernando de Noronha

El archipiélago volcánico de Fernando de Noronha, en Brasil, es un santuario ecológico que protege diversos ecosistemas. Este lugar combina aguas cristalinas, arena dorada y una rica vida marina, que puede conocerse a través de actividades como buceo y esnórquel. Praia dos Porcos y Baia do Sancho figuran entre las playas más lindas del planeta.

17. Río Amazonas

El río Amazonas es el más largo del mundo, con 7.062 kilómetros, y también el más caudaloso. Este curso de agua nace en Perú, atraviesa Colombia y desemboca en Brasil, y hay distintas excursiones que permiten navegarlo. La selva amazónica, que lo rodea es la más grande del planeta y alberga una enorme riqueza biológica.

18. Monte Fitz Roy

Es uno de los mayores símbolos de nuestra Patagonia. El monte Fitz Roy, ubicado en el Parque Nacional Los Glaciares, Santa Cruz, es un desafío para los escaladores por su superficie resbaladiza y los fuertes vientos. Su cima, a 3.405 metros de altura, está rodeada de nubes de manera casi permanente –de hecho, su otro nombre es "Chaltén", que significa "montaña humeante" –.

19. Caño Cristales

Caño Cristales es un río colombiano que durante algunos meses del año se transforma en un arcoíris. La responsable de ese efecto es una planta que florece entre junio y noviembre con hojas rojas y fucsias. Se ubica en el Parque Nacional Natural Sierra de La Macarena y le dicen "el río que escapó del paraíso". ¿Hacen falta más motivos para visitarlo?

20. Salto del Ángel

Cerramos la selección de paisajes imprescindibles de Sudamérica con la cascada ininterrumpida más alta del mundo. Se trata de Salto del Ángel, una caída de agua de 979 metros de difícil acceso que forma parte de Venezuela. El agua cae de la montaña Auyantepui, situada en el Parque Nacional Canaima.