Seis imprescindibles del Valle de Traslasierra

Pegadas, La Paz y Loma Bola son dos localidades para descubrir. La Paz es considerada “la capital del sulky”: ahí se puede ver a estos vehículos mientras recorren caminos bordeados con plantas medicinales y aromáticas. A la misma altura, en el faldeo de las Sierras de los Comechingones está Loma Bola, que destaca por el Vía Crucis y las panorámicas que ofrece uno de sus cerros. ¿Lo llamativo? También se puede subir de noche, ya que está iluminado. Leé más sobre estos dos parajes: La Paz y Loma Bola, dos destinos para visitar en una escapada a Traslasierra.

De visita por la localidad de San Javier, se puede realizar un paseo por la Quebrada de Ambrosio, un circuito que no demanda mucho más que una hora de recorrido. Es para toda la familia y, al final, se llega a un pozo de agua ideal para refrescar los pies. Además, hay una cascada en medio de ejemplares de flora exótica. Prepará las “zapas” y agendá todos los detalles: Quebrada de Ambrosio, un paseo fácil y recomendable en San Javier.

Si bien es reconocido por ser un polo industrial gracias a la extracción de minerales, Las Tapias se destaca también por atractivos como Boca del Río, un dique nivelador algo escondido que se suma a la propuesta del dique La Viña. Aquí la consigna es dividirse entre paseos por bodegas y fincas y actividades como el avistaje de aves, especial en esta zona donde abundan especies autóctonas. Conocé más, acá: Las Tapias, otra joyita en Traslasierra.

Casi en el límite sur de Traslasierra, en la comuna de Luyaba, hay que dejar que los sentidos afloren para apreciar el olor de las hierbas naturales nativas, los sabores regionales y el paisaje que cambia según la hora del día. ¿Qué no puede faltar en un itinerario por este lugar? Recorrer los puntos de producción y cultivo de plantas medicinales y aromáticas, así como degustar diversos blends de aceites de oliva en las fábricas olivícolas de la zona. Descubrí más, acá: Luyaba, un placer para los sentidos.

Cuando se decida dar una vueltita por la localidad de Las Rabonas, no pueden obviarse dos planes más que interesantes: un trekking de alrededor de tres kilómetros por un paisaje que invita al relax y otro por un monte virgen de siete hectáreas con actividades ideales para la meditación. ¿El plus? Desde noviembre, la diversión está asegurada en el parque acuático Valle Encantado. No te pierdas nada: Otra vueltita por Las Rabonas.

Múltiples propuestas que bordean los arroyos Los Hornillos y Los Molles, o el colosal Champaquí, consagran a Villa de Las Rosas como la Capital del senderismo. Además, se caracteriza por la hospitalidad de su gente, que recibe a los visitantes con una amplia gama de productos elaborados a partir de tradicionales recetas: higos, escabeches y quesos de cabra, por nombrar sólo un par. ¿Otro imperdible? Pasear por su feria de artesanías. Anotá todo lo que tenés que saber: Villa de Las Rosas, una puerta al senderismo.