A 600 kilómetros de Huanchaco, por Panamericana Norte, aparece Máncora. Aquí uno sigue de largo o queda atrapado. La energía del lugar –a veces tensa, otras relajada- no pasa inadvertida. “Acá podés hacer mucha plata o perderla toda”, dice Cristian, un argentino que lleva tres meses trabajando por estas latitudes. Y no se equivoca en el análisis.
En abril pasado, Máncora recibió el galardón de “Mejor Destino de Playa de Sudamérica” en los World Travel Awards. Sus aguas cálidas de color verde-azul, las olas ideales para “correr” con la tabla y su clima promedio de 26 grados la dejan bien posicionada.
Mancorita es un punto diverso: mochileros que trabajan en temporada con artesanías, venta de comida, música callejera o en restaurantes, “gringos” de vacaciones sin control, promociones estudiantiles y familias de paseo. Lobitos está 70 kilómetros antes de llegar a Máncora y vale la pena sumarlo en esta ruta. Es un destino más agreste, con aguas frías e ideal para surfistas que buscan mayor exigencia. Otro sitio es Punta Velero, lugar de playas anchas y armoniosas. Pasando Máncora, a 20 minutos, surge Punta Sal, balneario exclusivo con lujosos hoteles y bungalows. La playa es amplia y muy tranquila. (Foto: Pablo Hidalgo/ 123RF).